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Ciclo La sexualidad femenina
Ciclo La sexualidad femenina
Abordan investigadoras los personajes femeninos de la obra de Ana Clavel
ï‚· Luz María Becerra y Berenice Romano analizaron el
erotismo plasmado por la integrante del SNCA del Fonca
“Llevo 30 años trabajando en una narrativa en la que hay una poética
de los deseos, sombras, territorios del cuerpo, no sólo de sexualidad
femenina, también la masculina. Al momento en que una escribe están
muchas lecturas previas, muchas intenciones, hay una red
subterránea que entrelaza diferentes universos”, dijo sobre su proceso
creativo la escritora Ana Clavel (Ciudad de México, 1961), en la
conversación Bésame sin labios.
En el evento que formó parte del ciclo La sexualidad femenina,
además de la autora, integrante del Sistema Nacional de Creadores de
Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca),
participaron las investigadoras Luz María Becerra y Berenice Romano,
de la Universidad Iberoamericana, y la Universidad Autónoma del
Estado de México, respectivamente, quienes desglosaron los
personajes femeninos en las obras de Ana Clavel y hablaron sobre su
más reciente novela El amor es hambre.
En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes,
Berenice Romano señaló que el género de novela corta es el espacio
más cómodo para Ana Clavel, cuya brevedad le ha permitido crear
una literatura llena de sugerencias. “Este espacio reducido parece el
mejor para recrear sitios donde la emoción está por encima de la
anécdota, incluso en ocasiones de los personajes, la sucesión de
hechos en estos lugares textuales, va tejiendo una exaltación
contenida y cada vez más apretada conforme avanza la historia”.
La investigadora se cuestionó qué sucede en la brevedad en la
que escribe la maestra en letras latinoamericanas por la UNAM al
abordar la sexualidad femenina, por lo cual afirmó que es el deseo lo
que se escribe en la narrativa de Ana Clavel.
“En el origen del feminismo narrativo está el deseo femenino, el
tejido narrativo ya no se trata sólo de la descripción de emociones
íntimas, sino de la interrelación también íntima, pero expuesta con el
mundo, esto a través de la exploración del deseo en un cuerpo
femenino”, indicó Berenice Romano.
En su opinión, el camino en la narrativa de Ana Clavel está
sembrado de deseo, lo que queda de manifiesto en las novelas Las
violetas son flores del deseo y en Las ninfas a veces sonríen.
Al referirse a la más reciente novela, El amor es hambre, la cual
visualiza una Caperucita contemporánea de nombre Artemisa,
Berenice Romano expuso que la comida se presenta como una forma
plástica del deseo. “Cada uno de los episodios se sostiene en una
experiencia erótica en vinculación con la comida, implica una especie
de puesta en escena donde distintos alimentos detonan encuentros”,
comentó.
Explicó que en El amor es hambre, el lobo, como en la historia
de Charles Perrault, inicia a la niña Artemisa en la vida sexual, quien
decide seguir el camino que le marca su deseo, y agregó que la
novela se presenta como una suerte de cajas chinas y se alimenta de
personajes que se convierten en depredadores de los otros.
Otro de los aspectos que Berenice Romero abordó en su análisis
es que además de su escritura, Ana Clavel hace una representación
plástica de sus obras, con los que la galardonada con el Premio de
Novela Corta Juan Rulfo 2005 de Radio Francia Internacional,
prolonga el efecto estético de sus historias. “Me gusta pensar en la
idea de una Ana Clavel transgresora, porque es capaz de rebasar los
espacios artísticos y fusionarlos para lograr un efecto estético mayor.
“Es un cuerpo textual que se extiende fuera de sus páginas y se
materializan en fotografías, instalaciones, performances e
intervenciones que son y no son al mismo tiempo la puesta en escena
contundente de lo que se configura en su escritura”, comentó la
investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Sobre ese trabajo plástico, Ana Clavel los describió como
trabajos satelitales a los textos que realiza, el permitirse hacer cosas
para lo cual evocó a Mario Bellatin: “Cuando uno hace otras formas
aledañas, en realidad es otra forma de escritura”.
Por su parte, la investigadora Luz María Becerra indicó que la
escritora, Medalla de Plata 2004 de la Société Académique Arts-
Sciences-Lettres de Francia, desde su primera novela Los deseos y su
sombra explora la representación de la sombra, la metáfora del deseo.
“Por esta vía la escritura de Ana Clavel se interna en los goces de los
cuerpos para descubrirnos el universo del lenguaje de los labios”,
indicó.
Ana Clavel ha publicado Cuerpo náufrago (Alfaguara 2005), El
dibujante de sombras (Alfaguara 2009), Las violetas son flores del
deseo (Alfaguara 2007), Las ninfas a veces sonríen (Alfaguara 2013),
los cuales han dado origen a proyectos multimedia que conjuntan
video, fotografía, instalación, intervención artística y performances, los
cuales pueden verse en la página web de la escritora:
www.anaclavel.com.
Palabras Clave:
Ciclo La sexualidad femenina