Un día soñamos los sueños de nuestras hijas e hijos, entonces, aparecieron mundos increíbles frente a nuestros ojos. Dormidas nos encontramos en un bosque, viajamos con un pez gigante, vimos crecer un cuerpo con muchas cabezas, jugamos con dinosaurios.
Gracias a nuestras hijas e hijos, nuestros sueños son de esperanza. Somos libres a pesar del encierro.