El Cuarteto Internacional de México dará concierto antes de partir a Centroamérica y Norte de África
Domingo 16 de agosto, 17:00 horas, Sala Manuel M. Ponce del PBA
Con un repertorio de autores extranjeros y de compositores mexicanos
“Violín, cello, clarinete y piano: somos pocos, pero el sonido es exquisito”
Luego de una exitosa gira por varias ciudades de China, adonde llevó música de compositores mexicanos, el Cuarteto Internacional de México regresa a los escenarios nacionales con un repertorio internacional que recogió durante este periplo y en años anteriores.
Para dar a conocer nuevas obras que se sumarán a su amplio repertorio, el Cuarteto Internacional de México ofrecerá un concierto el próximo domingo 16 de agosto a las 17:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, a invitación del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Esta destacada agrupación está formada por cuatro músicos integrantes de Concertistas de Bellas Artes, quienes han mantenido una larga y activa carrera como solistas en música de cámara y como integrantes de diversas orquestas: Manuel Ramos (violín), Adolfo Ramos (violonchelo), Manuel Hernández (clarinete) y Alejandro Barrañón (piano).
El repertorio que pondrán a consideración del público lo forman: Variaciones de Adams de Guillaume Connesson (1970), Cuarteto op. 1, de Walter Rabl (1873-1940), Cuarteto, de Peter Schickele (1935) y El viaje imaginario, de Federico Ibarra (1946).
Se trata, sin duda, de “un concierto variado, que incluye música contemporánea de Connesson, quien propone una serie de variaciones sobre temas franceses, en donde se recrea y reconoce una exposición de cada instrumento en su individualidad y en su conjunto, con un resultado muy agradable, consideró el clarinetista del grupo Manuel Hernández.
En el caso de Walter Rabl, explicó, su cuarteto lo dedicó a Brahms, por lo que la pieza “refleja un estilo romántico parecido al del compositor alemán”. Por otro lado, expresó que la música de Schickele es muy accesible: “genera un gozo de diversión, con tendencias jazzísticas entretenidas que luego se polarizan a la seriedad; es una música muy interesante y bonita”, dijo.
Finalmente, el concierto cerrará con El viaje imaginario, de Federico Ibarra, única pieza en este concierto del programa que el grupo llevó a China: “La tocamos seguido porque nos encanta; posee una potencia increíble, es muy ágil; los instrumentos jamás dejan de tener actividad. El público encontrará sorpresas sonoras, porque cada pieza producirá un excelente resultado auditivo en el escucha”, destacó Hernández.
Concluyó: “Seguiremos buscando música original para la dotación que manejamos, existe música muy rica, con un gama de sonoridades inmensa, desde lo más agudo de un violín, que se acompaña muy bien del clarinete, mientras que el violonchelo se hace cargo de los graves.
“Cuando se suma el piano se logra una sonoridad muy especial, fuerte, con lenguaje potente, que se ha ido popularizando a partir de la obra Cuarteto para el fin de los tiempos, de Olivier Messiaen, creada por el músico francés siendo prisionero en la Batalla de Francia en 1940”, dijo el intérprete.
Y concluyó: “La dotación que manejamos tiene grandes ventajas, pues somos pocos y el sonido es exquisito, favorece la movilidad del equipo. Después del concierto en la Sala Ponce, al día siguiente marcharemos a Costa Rica y en septiembre estaremos en Argelia, en el norte de África, con este mismo repertorio”.