Avanza la renovación de senderos interpretativos en las zonas arqueológicas cercanas a la ruta del Tren Maya.
• Como parte del Promeza, se optimizan la señalética y los cedularios en
28 sitios patrimoniales del sureste del país.
• Las nuevas cédulas contienen textos en español, con traducciones al
inglés y a distintos idiomas indígenas.
Con información actualizada a partir de los más recientes hallazgos
arqueológicos, elementos gráficos de apoyo y traducciones en español, inglés
e idiomas indígenas en sus cedularios, la Secretaría de Cultura federal, a través
del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), avanza en la
implementación del programa de renovación de senderos interpretativos en
las zonas arqueológicas cercanas a la ruta del Tren Maya.
La iniciativa, a cargo de la Dirección de Operación de Sitios (DOS) de la
Coordinación Nacional de Arqueología (CNA) del INAH, forma parte de las
líneas de acción que se emprenden mediante el Programa de Mejoramiento
de Zonas Arqueológicas (Promeza), enfocado en optimizar los servicios de
aquellos sitios patrimoniales cercanos a la obra ferroviaria.
De manera general, contempla renovar los senderos de 34 espacios, incluidas
las 28 zonas arqueológicas inscritas en el Promeza, algunas de ellas relevantes
para el turismo global, como Chichén Itzá, Cobá, Calakmul y Uxmal, así como
otras de nueva apertura, como Ichkabal.
Asimismo, se atienden otros sitios que el Promeza pone en valor dentro del
Tramo 5 del Tren Maya y el corredor ecoarqueológico Paamul II, que integra
las cuevas de las Manitas, Ocho Balas y Garra de Jaguar.
De acuerdo con la directora de Operación de Sitios, María Guadalupe Espinosa
Rodríguez, los senderos interpretativos abarcan dos rubros: por un lado, la
señalética con la que se brinda al turismo información sobre servicios,
ubicaciones, áreas restringidas y otros datos útiles para su visita a las zonas
arqueológicas; y por otro, los cedularios.
El subdirector de Infraestructura y señalización, Ricardo Luis López, agrega
que estos últimos contienen información derivada de las recientes
investigaciones científicas. Las cédulas se agrupan en tres tipos: las
introductorias, diseñadas para recibir y brindar un primer acercamiento de
cada sitio al público; las temáticas, con datos sobre las características
arquitectónicas y el medioambiente de las zonas arqueológicas; y las cápsulas,
que dan detalles de algún edificio, elemento decorativo u otros aspectos
particulares.
Cada cédula cuenta con textos breves y amenos, escritos con un texto
principal en español y con traducciones al inglés y a un idioma indígena, el
cual varía de acuerdo con cada región. Por ejemplo, en las zonas arqueológicas
ubicadas en el Tramo 1 del Tren Maya, como Palenque, la lengua indígena es
el chol, debido a su predominancia entre la población local, mientras que en
sitios cercanos al Tramo 4, como Chichén Itzá y Ek’ Balam, los datos se
presentan en maya yucateco.
A fin de lograr lo anterior, para la generación de contenidos, guiones y
emplazamientos para las cédulas y la señalética, en los equipos
multidisciplinarios formados para este proyecto se cuenta con la participación
de arqueólogos, antropólogos, etnólogos, lingüistas y personal de apoyo, así
como especialistas en arquitectura, ingeniería y diseño gráfico, quienes han
colaborado en la composición material y el diseño de las señalizaciones.
Guadalupe Espinosa comenta que se contempla el uso de materiales de alta
durabilidad para la señalización en los estados de Quintana Roo y Campeche.
Si bien, detalla Ricardo Luis, en décadas previas muchas zonas arqueológicas
fueron equipadas con cédulas hechas sobre losetas cerámicas, vinil, aluminio
y otros materiales, ahora se ha optado por implementar placas de acero
porcelanizado con soportes de aluminio.
Estos materiales, concluyen, no solo garantizan una adecuada durabilidad
ante condiciones de humedad, lluvia u otros factores que predominan en el
sureste del país, sino que facilitan que los textos explicativos puedan sumar
recursos de apoyo, como fotografías, levantamientos arquitectónicos o
impresiones hechas a partir de reconstrucciones 3D y otras innovaciones
tecnológicas.
Al día de hoy, en el Tramo 1 del Tren Maya ya se cuenta con 100% de senderos
interpretativos renovados; en el tramo 2 el avance es de 30%; en los tramos 3 y
4, superior a 60%; y 15% en los tramos 5, 6 y 7.