Becario del PECDA contempla composición de ocho piezas
Bassitar, proyecto musical que reubica al bajo y al contrabajo como instrumentos estelares del jazz
· La iniciativa de Israel Alberto Guzmán fusiona este ritmo con elementos relegados en Jalisco
Con el propósito de redimensionar el papel que han jugado el bajo eléctrico y el contrabajo, el músico jalisciense Israel Alberto Guzmán Martínez presentó Bassitar, proyecto con el cual estos instrumentos se convierten en estelares en el jazz, a través de melodías inspiradas en elementos olvidados o relegados en Jalisco, como colonias, personajes y monumentos.
Realizado con apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico (PECDA), Bassitar contempla la creación de ocho piezas para formato de trío: con el contrabajo y el bajo eléctrico como parte central y el acompañamiento de la batería.
En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Israel Guzmán precisó que su interés en proponer este tipo de composición radica en que “siempre he tocado jazz, dentro de este género el bajo eléctrico y el contrabajo se ven desplazados como instrumentos melódicos que son exponentes, siempre están en el pumpin, están acompañando al solista, de ahí la idea de llevar adelante al bajo y al contrabajo porque se ven olvidados muchas veces dentro del mismo género”.
Además, dijo, busco combinarlo con otros elementos “para darle ese sello de autenticidad jalisciense, mexicano; el jazz ya es un género mundial; la música puertorriqueña, cubana, argentina o brasileña, todos han combinado sus tradiciones con este género y ha dado resultados maravillosos y hacerlo así, con esas tradiciones, con estas raíces, puede que surja algo interesante”.
Por ello, el joven músico, quien cursa el séptimo semestre de licenciatura en composición decidió buscar la beca del PECDA, pues “además del beneficio económico, como profesional esto me ayuda enormemente para crear y exigirme. Escribir para este género en el que estoy desenvolviéndome, creo que es el punto más importante por el cual solicité la beca: crecer profesionalmente”.
Y es que, apuntó, no resultó fácil hacer que el bajo y el contrabajo aparecieran como instrumentos estelares en la composición, algo que en Guadalajara ni en otros lugares se ha intentado. “De hecho, es raro; fue difícil llevar la escritura a los dos instrumentos, porque están muy cerca de lo sonoro, había que pensar bien para que no chocaran y se pudieran distinguir sus timbres; fue un poco complicado”.
En este sentido, explicó que lo hizo a ritmo de jazz porque se trata de un estilo que también “está un poco olvidado en la ciudad (Guadalajara), al cual aún no le dan la difusión que merece”.
Tras algunos meses de trabajo en la composición, los ocho temas de Bassitar se encuentran listos y han comenzado a presentarse, pues Israel Guzmán tiene contemplada la realización de nueve conciertos.
En lo que va de julio ya se han realizado dos conciertos: el primero en el espacio cultural Primer Piso, y el segundo en el ex Claustro de San Agustín en la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara y están contemplados otros dos.
En agosto se realizarán dos recitales más y una charla sobre el género y la composición de estas piezas en el ex Claustro de San Agustín, mientras que en octubre Bassitar se presentará en cuatro municipios cercanos a Guadalajara: Tlaquepaque, Chapala, Tequila y Tala.
Adicionalmente, Israel Guzmán alista lo que será su primera producción discográfica, ya que está contemplada la grabación de las ocho piezas de Bassitar para febrero de 2016, a fin de dar tiempo de “solidificación sonora” a los temas.
Por otro lado, indicó que cada pieza tiene duración indefinida, ya que todas están abiertas a la improvisación y depende de la ejecución e inspiración del solista, pero en general se busca que sea entre cinco y siete minutos.
En las primeras presentaciones que ha tenido Bassitar, dijo el joven creador, la respuesta ha sido agradable. “Los chavos se veían interesados, estaban disfrutándolo, parece que les gustó”, pues se trata de un proyecto que pone énfasis al bajo y al contrabajo, en una fusión de jazz con toque jalisciense.
AGB