Ramón Vargas celebró 35 años de carrera con reencuentro en el Palacio de Bellas Artes





· Lo más hermoso de mi carrera es vibrar y emocionarnos juntos, afirmó el tenor mexicano



· El INBA entregó reconocimiento por su amplia trayectoria en el bel canto





“Estoy contento de estar aquí con ustedes, como hace 35 años, con esta orquesta, en este lugar, hemos crecido juntos. Son 35 años que se han ido muy rápido; esta carrera me ha regalado más de lo que espere y bendigo a la vida, por esta aventura que todavía no termina y que tengo la dicha de compartir con ustedes”.



Así lo manifestó el tenor mexicano Ramón Vargas, visiblemente emocionado por su público durante el inicio del concierto operístico que ofreció en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, ayer sábado 23 de junio para celebrar sus 35 años de trayectoria artística, en los que ha sido considerado uno de los más notables cantantes de su época en el panorama de la lírica internacional.



Acompañado de un destacado grupo de jóvenes cantantes impulsados por el Estudio Opera de Bellas Artes (EOBA), Ramón Vargas ofreció el concierto Gala Ramón Vargas. 35º Aniversario, integrado por fragmentos de óperas vinculadas a su trabajo en los que mostró su rigor estilístico, maestría interpretativa y belleza melódica, entre otras cualidades del bel canto que lo caracterizan y que cautivaron nuevamente al público asistente.



“Quiero agradecer muchísimo a los jóvenes que me han acompañado esta noche. Haber fundado el EOBA es uno de los más grandes aciertos, porque estamos dando la oportunidad a jóvenes de foguearse realmente en el escenario. Seguro ellos son el futuro de nuestro arte y muchos de ellos llevan el nombre de México en alto, como hay un grupo de artistas que lo estamos haciendo”, dijo.



Al hacer entrega de un reconocimiento por los 35 años de trayectoria artística a Ramón Vargas, el subdirector general del INBA, Roberto Vázquez, afirmó que una de las más grandes satisfacciones que el destacado tenor lleva consigo es la de transmitir generosamente sus conocimientos a jóvenes cantantes y colegas en plena carrera y que en nuestro país ha dejado una valiosa impronta en varias generaciones.



“En sus máximas morales, Rochefoucauld afirmaba que ‘la gloria de los hombres debe medirse siempre por los medios que se emplearon para adquirirla’. Para Ramón Vargas estos medios se remontan a su infancia en la que, como niño cantor, abrevó del canto gregoriano, enmarcado por una educación musical especial que lo envolvió y lo cautivó para siempre”, dijo el funcionario del INBA.



“Definió su propia senda a contracorriente de modas y atajos. Construyó palmo a palmo, con paso firme y de manera inteligente, una de las carreras más brillante de los últimos tiempos. Podemos afirmar que su Nemorino, su Edgardo y su Tito, ocupan un primerísimo sitio en los anales de la historia operística universal”, agregó.



Con 35 años de carrera, Ramón Vargas ha triunfado en los más importantes escenarios internacionales, cuenta con una amplia discografía, múltiples galardones y reconocimientos, como ser considerado en diversas ocasiones por la prestigiosa revista Festspiele el número uno entre los cantantes de todo el mundo, y recientemente haber obtenido el Premio del Belcanto “Rodolfo Celletti” que otorga el Festival della Valle d’ltria en Martina Franca, Italia.