El Teatro de la Danza presentará montaje que reflexiona
sobre la identidad masculina en la danza folklórica
***Se trata de una propuesta del bailarín, coreógrafo y maestro Juan Carlos Palma
Velasco, de la Escuela Nacional de Danza Folklórica del INBA
***La función será el domingo 10 de junio, a las 18:00 horas. Entrada libre
Los hombres vivimos ajustándonos o resistiendo al modelo hegemónico de masculinidad;
así construimos y habitamos nuestros espacios de existencia renunciando a nuestra
sensibilidad y encarnando un “deber ser” antes de permitirnos ejercer de forma libre
nuestro ser hombre.
Tal es la reflexión del maestro Juan Carlos Palma Velasco, integrante de la Escuela
Nacional de Danza Folklórica del INBA, y que lo llevó a crear la pieza coreográfica: 12 horas
de vuelo: Hablando al chile de hombre a hombre, que se presentará el domingo 10 de
junio, a las 18:00 horas, en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque. Entrada
libre
Palma Velasco es bailarín y coreógrafo de origen mixteco-mexicano. Es investigador en el
campo de la danza tradicional y folklórica. Su práctica está relacionada con los procesos de
memoria e identidad y con las maneras en que el cuerpo configura sus posibilidades de
resistencia. Es maestro en investigación de la danza por el CENIDID-José Limón (INBA) y
Lic. en danza por la Escuela Nacional de Danza Folklórica. Además, es especialista en
Language Of Dance por el LOD Centre, Reino Unido, beneficiario del programa creadores
escénicos 2016 del FONCA y actualmente colabora en el proyecto Danza y Frontera en
conjunto con Amanda Piña (Viena) y Alma Quintana.
Sobre la esencia del montaje, explica que se busca reflexionar los modos en que se
construye la identidad masculina en la danza folklórica, integrando un enfoque
testimonial, experiencial y documental que problematiza las nociones de cuerpo-hombre
y cuerpo-sensible en el devenir de la contemporaneidad.
El creador recuerda el origen de esta propuesta, anécdota que contribuyó también al
nombre de la misma:
“La idea nace en un vuelo de 12 horas, mientras escribía un texto que reflexiona sobre la
construcción de la identidad como un continuo performance. Pensaba que como sujetos
siempre somos “otros” ante el resto del mundo, nos representamos a nosotros mismos y
a la vez nos ajustamos a esquemas establecidos sobre lo masculino, lo femenino, lo
dominante, lo dominado, etcétera. Así, buscamos nuestros sitios de pertenencia”.
Desde el punto de vista de su autor, la propuesta 12 horas de vuelo: Hablando al chile de
hombre a hombre permite ver a la danza como una práctica que permite el ejercicio libre
de la masculinidad desde múltiples sitios, así como las muchas posibilidades de habitar y
construir el cuerpo masculino en múltiples contextos, periodos históricos y realidades
sociales.
- ¿Qué lectura busca generar en el espectador? –
“La obra busca generar preguntas y reflexionar en torno a la noción de “ser hombre” en la
contemporaneidad, plantear las maneras en que podemos redescurbir nuestra
sensibilidad, replegada por consecuencia de los roles, estereotipos y el deber ser”.
Finalmente, Palma Velasco se dice satisfecho con este montaje, ya que resulta innovador
porque pudo trabajar desde el lenguaje de danza folklórica como una herramienta
enunciativa y de creación en vínculo con las prácticas de tradición.
Cabe destacar que 12 horas de vuelo: Hablando al chile de hombre a hombre está
conformada por cinco momentos escénicos:
Danza del ejido 20 Matamoros (Mickey morris, puño y grulla) pieza que habla del ser
hombre como un acto de empoderamiento y posicionamiento en un contexto que resiste
a la violencia generando respuestas sensibles desde el cuerpo, su fuerza, el desborde de sí
y la relación con la tierra. El gavilán, es una pieza que se construye a partir del estereotipo
del bailarín hombre en la danza folklórica. Fuga de sí, pieza creada por Paula Herrera,
inspirada en aquello que hay detrás del ser hombre y las emociones develadas detrás de la
máscara del deber ser. Fragmentos, pieza que explora la construcción de una identidad
situada entre lo femenino y lo masculino, una entidad aparentemente sin género que
hace pensar en fronteras genéricas desdibujadas. Sembrando flores, pieza que propone
nuevas maneras de ejercer lo masculino a partir de cuestionar y modificar nuestras
maneras de relacionarnos con otros hombres afectivamente.