"Gabinete de Maravillas" de Antonio Helguera (05-05)
La caricatura política, coloquialmente conocida como ‘cartonismo’, tiene una importante tradición en México. Desde fines del Virreinato y sobre todo en el siglo XIX, con el crecimiento de periódicos y revistas, su práctica fue constante y con un alto nivel de calidad. Ya con la Revolución Mexicana se volvió un arma de combate entre los distintos sectores y empezó a tener referentes obligados, algunos ya clásicos, como el caso de José Guadalupe Posada. La condición de la caricatura (género que extrema los rasgos en busca de una identificación inmediata de personajes y situaciones) permitió establecer una relación intensa con un público más allá del que sabía leer en aquellos años.