Tuvimos la oportunidad de probar el platillo y encontramos un buen balance entre el sabor del mole con los romeritos, el cual es ligeramente dulce con el picante del bacalao. La suavidad de las tortitas de camarón es agradable y se lleva bien tanto con el mole como con el bacalo, el cual no sabe salado. Además para acompañar el vino blanco es muy buen maridaje.