Sobtre la creación del texto , el escritor acota " No me resta más que subrayar que juzgar al otro es siempre un juego perverso, peligroso, imperfecto y confabulado de proyecciones propias y fantasmas ajenos. Por ello reitero que toda responsabilidad de lo diche y de lo omitido, del fondo y de la forma, son únicamente responsabilidades de mi persona":