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Libros 2015-12-14 17:40

Disco-libro atestigua el vigor del fandango

Disco-libro atestigua el vigor del fandango

· Cuando vayas al fandango… Fiesta y comunidad en México, volumen I, es el título del fonograma

62 de la colección Testimonio Musical de México, editado por el INAH

· Incluye tres discos con cerca de 40 piezas grabadas entre 1959 y 2011, y nueve textos de

fandangueros e investigadores que recorren la geografía musical y festiva del país

Considerado uno de los complejos culturales más importantes del país, que incluye música, danza, lírica

y fiesta, el fandango es una tradición que se ha esparcido por diferentes regiones donde se ha

diversificado, diluido o transformado, y ha trascendido al tiempo. Las características de este macro

género se analizan en el fonograma Cuando vayas al fandango… Fiesta y comunidad en México,

volumen I, editado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El número 62 de la serie Testimonio Musical de México, que el INAH publica a través de la

Coordinación Nacional de Difusión, cuenta con tres discos de sones, jarabes, polcas, valses y

pasodobles, entre otros, además de nueve textos de fandangueros e investigadores, quienes realizan un

recorrido por la geografía musical y festiva de México.

Benjamín Muratalla, subdirector de la Fonoteca del INAH, explicó que se trata de tres

producciones con poco más de 40 piezas interpretadas por agrupaciones tradicionales y por grupos

actuales. Incluye canciones grabadas entre 1959 y 1965; las más recientes datan de 2011.

Dijo que en 2013 el Foro Internacional de Música Tradicional (que se realiza dentro de la Feria

Internacional del Libro de Antropología e Historia, FILAH) dedicó su novena edición a este

multifacético género, donde diversos especialistas presentaron sus puntos de vista sobre el tema; el disco

es producto de esas investigaciones.

“Hay artículos que describen la fiesta, la música, los repertorios; los hay críticos sobre el

fandango; los de orden histórico describen la trayectoria de este complejo cultural. El testimonio más

antiguo es una selección de lo mejor presentado en el Foro”.

El titular de la Fonoteca del INAH comentó que el fandango es uno de los géneros festivos más

vigorosos de nuestro país, el cual se sigue cultivando en gran parte del Occidente, en el Golfo de México y en algunos estados del sur-sureste; Michoacán, Guerrero y, en determinadas poblaciones de

Oaxaca.

Con pilares como la lírica, el zapateado y la música, esta fiesta inició su andar desde finales del

siglo XVII, forjando su identidad como resultado de la fusión de los ritmos europeos traídos por los

españoles, con el sentir, la emotividad y las características de la nueva población que posteriormente se

reconoció como mexicana.

Es un género muy propio del país, aunque también existe en otras partes del continente, como en

Centroamérica, Colombia, Venezuela, Perú, Chile, incluso en Brasil.

Ana Zarina Palafox, promotora, músico y versadora, quien participa en este volumen con el

escrito “Fandango en oposición a escenario”, resaltó la situación actual del género: “Si se aprecia desde

la parte urbana, de los medios, incluso de la académica, puede sentirse como algo que ocurría en un

pasado romántico.

“Muchos de los que nos hemos adherido a las diferentes manifestaciones que lo conforman lo

vemos como una vía de rescate, en la cual nos rescatamos a nosotros mismos”.

El fandango es un ejemplo de interrelación social horizontal, donde las jerarquías se manifiestan

a partir del reconocimiento de la comunidad a las facultades artísticas y humanas de los versadores,

músicos y bailadores participantes.

La promotora enfatizó: “Un fandango no es un escenario chiquito; la forma de participación de la

gente en él es muy diferente a la hegemónica en nuestra cultura occidental urbana, que es el lucimiento

artístico-escénico en los escenarios.

“El promotor cultural Andrés Moreno citó: ‘El que va a un fandango a divertirse está muy bien,

pero el que va pretendiendo divertir a los otros rompe la armonía’, entendiendo el término divertir como

diversificarse uno mismo de lo cotidiano, no la catarsis ni el echar relajo”.

Otros textos son “El crisol fandanguero: consideraciones acerca de una ocasión celebratoria

colectiva”, de Carlos Ruiz; “Recontextualización de tradiciones alrededor de la tarima”, escrito por

Raquel Paraíso, y “Hasta que raye el sol. El baile de tabla en Churumuco y La Huacana”, de Alejandro

Martínez de la Rosa.

Se incluyen “El fandango mariachero en las costas del Pacífico michoacano”, de Daniel

Gutiérrez Rojas; “El fandango hermético. El baile tradicional de la Tierra Caliente como danza”, cuyo

autor es Jorge Amós Martínez; Anastasia Guzmán Sonaranda participa con “Un eterno sonar del

caracol. El fandango como aprendizaje musical y social en las escuelas formales de música”.

El fonograma Cuando vayas al fandango… Fiesta y comunidad en México, volumen I, puede

adquirirse en las tiendas de los museos del INAH y en las librerías Educal.

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