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Musica 2015-10-23 13:27

La London Sinfonietta se presentó en el Palacio de Bellas Artes

La London Sinfonietta se presentó en el Palacio de Bellas Artes



Ofreció un programa de música contemporánea que incluyó dos obras de compositores mexicanos



Necesario, crear memoria y evitar la deshumanización del mundo: Marisol Jiménez





Un generoso aplauso por parte del público selló la actuación de la London Sinfonietta la noche del jueves 22 de octubre en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, donde la agrupación dirigida por el maestro Garry Walker ofreció un claro ejemplo de la música de concierto actual del Reino Unido y México.



Fiel a su cometido de visibilizar la música contemporánea y de comisionar obras a destacados compositores de todo el mundo, la orquesta que reúne a 18 virtuosos ejecutantes interpretó cuatro piezas de autores británicos y dos de mexicanos que destacan por su carácter jovial y propositivo.



La sesión inició con la expresiva Wonderful No-Headed Nightingale de Luke Bedford, para lo cual la orquesta convocó al escenario, frente a la majestuosa cortina del recinto, a 13 de sus solistas que dieron así una probada del carácter experimental del programa general.



Le siguió el estreno de XLIII Memoriam Vivire de la mexicana Marisol Jiménez, comisionada por el Festival Internacional Cervantino. Se trata de una obra multifónica que despertó el interés del público al proponer una nueva forma de componer una pieza musical a partir de instrumentos cotidianos, pero sacando de ellos sonidos casi silenciosos para crear un paisaje sonoro.



La primera parte del concierto concluyó con el estreno de Chamber Symphony No. 2, The Australian de Laurence Crane, también encargada por la London Sinfonietta y escrita para instrumentos de cuerdas, piano y percusiones, lo cual dio como resultado una pieza melódica con ritmos muy variados.



La segunda parte inició con Contraflow del británico Colin Matthews, otra comisión de la orquesta británica, la cual llevó al público a un viaje por diversas perspectivas musicales. Le siguió Acoussence del mexicano Enrico Chapela, quien plasmó aquí, en cinco movimientos, una obra de tintes abstractos y técnicas extendidas, con una marcada influencia jazzística.



El concierto concluyó entre sonados aplausos con la interpretación de una pieza considera como “una de las obras maestras de la música británica de los últimos años”: Carmen Arcadiae Mechanicae Perpetuum de Harrison Birtwistle, en la que se dieron vuelo los integrantes de la orquesta, sobre todo los ejecutantes de cuerdas, piano y percusiones, en una formidable combinación de juventud y madurez artística.



El interés que despertó el programa hizo que un numeroso grupo de melómanos se concentrara también en las afueras del Palacio de Bellas Artes, donde cómodamente siguieron embelesados en la pantalla gigante colocada a un costado del recinto de mármol el desarrollo de la sesión.



Presente en el concierto, la joven compositora mexicana Marisol Jiménez, doctorada en Stanford, se refirió a su obra de estreno y a la pausa de 43 segundos de silencio en la que la orquesta se mantiene completamente inmóvil, casi al final de la pieza: “Quizá resulte incómodo, pero es mi manera de representar la ausencia de 43 estudiantes, a quienes dediqué la obra, y mantener la esperanza de que aparezcan vivos”.



Calificó su obra como compleja y poseedora de sonidos extraños en una manera nueva de componer música, con la idea de hacerla más dramática. Finalmente, descartó cualquier tipo de protesta en su pieza y refrendó la necesidad de “crear memoria” para no alimentar la deshumanización del mundo, el cual, expresó, se encuentra en un momento crítico.




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