El Sonido 13, el acontecimiento de mayor trascendencia en la técnica musical desde el Renacimiento o la Edad Media: Roman Brotbeck





El musicólogo suizo impartió la conferencia magistral Julián Carrillo. Homenaje a un futurista triunfalista e inventivo



En el marco del Coloquio Julián Carrillo, en conmemoración por los 50 años de su fallecimiento





“Porque es una asignatura pendiente de la musicología en torno a un insigne compositor mexicano” se llevó a cabo el Coloquio Julián Carrillo, en conmemoración por los 50 años de su fallecimiento, esta semana en las salas Adamo Boari y Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.



Al inaugurar el encuentro, la directora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Yael Bitrán, dijo que en el mismo se abarcarían aspectos variados de la producción, discografía y los instrumentos mismos que creó el compositor nacido en Ahualulco, San Luis Potosí, en 1875.



Recordó que Julián Carrillo fue premiado con una beca otorgada por el gobierno de Porfirio Díaz para ir a estudiar a Europa, concretamente a Leipzig, Alemania. “Era un violinista extraordinario y llegó a un nivel tan alto que fue ganador de un premio internacional de este instrumento en Gante, Bélgica, por lo que realizó una carrera muy promisoria en el viejo continente”, explicó.



A pesar de que ya tenía un trabajo asegurado allá, agregó, Carrillo decidió regresar a México para continuar su labor y dirigir el Conservatorio Nacional de Música en dos ocasiones y la Orquesta Sinfónica Nacional, así como para fundar algunas orquestas y el Cuarteto Beethoven y dar giras por toda la República Mexicana.



Debido a que existen diversos sucesos relacionados con el compositor que traen “más sombras que luces”, se realizó el coloquio con actividades académicas para difundir, desde distintos puntos de vista, su trayectoria musical, señaló.



“El coloquio servirá para tener una imagen mucho más profunda e interesante de Julián Carrillo; para que se abra una puerta, más adelante, a la discusión a fondo de un personaje con el que la musicología mexicana sigue estando en deuda”, finalizó Bitrán.



El musicólogo suizo Roman Brotbeck ofreció la conferencia magistral del encuentro: Julián Carrillo. Homenaje a un futurista triunfalista e inventivo, en la que narró que el compositor mexicano, durante la Primera Guerra Mundial, conoció la vanguardia futurista.



A principios del siglo XX, rememoró Brotbeck, Carrillo diseñó el método que lo mantendría ocupado el resto de su vida: el llamado Sonido 13.



“Una y otra vez, Carrillo perdió la oportunidad de alcanzar el éxito. En parte se debió a sí mismo, a su megalomanía, a su exigencia y, al mismo tiempo, a su carácter sumiso y, en general, difícil”, consideró Brotbeck.



Sostuvo que fuera de México no se le llegó a olvidar, especialmente por el piano metamorfoseado en dieciseisavos de tono que regaló a París, y en el cual se han escrito al menos 60 obras.



En 1899, Porfirio Díaz consideró a Carrillo un virtuoso del violín, por lo que financió su carrera musical durante un lustro en Europa. A su regreso a México, el mandatario le regaló un valioso violín. Posteriormente, Carrillo cometió “el error político” al hacerse nombrar director del Conservatorio Nacional de Música durante el gobierno de Victoriano Huerta, en 1913. Un año después tuvo que emigrar con su familia a Nueva York, donde escribió el texto Sonido 13.





Según el especialista suizo, es “el acontecimiento de mayor trascendencia que se haya producido en la técnica musical, desde el Renacimiento o la Edad Media, incluso desde la época anterior a Jesucristo. El Sonido 13 será el cataclismo que todo destruya y acabe con la música existente, aunque después aparecerá como un nuevo astro que brille como un sol en la infinita inmensidad del firmamento”.



Para Brotbeck, “el Sonido 13 será el principio del fin y el punto de partida de una nueva generación musical que llegue a transformarlo todo, pues no quedará ningún instrumento actual, ya que todos serán insuficientes para producir la abrumadora cantidad de sonidos a emplearse”.



Refirió que Carrillo, sin embargo, no explica cómo podría sonar este nuevo mundo de los microtonos. “No indica nada. Ningún instrumento es descrito ni ningún sistema tonal. Su atención se centra en la destrucción del mundo musical europeo”.





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