Proveen Mujeres sin cuello prótesis para la vida



La puesta en escena, dirigida por Ginés Cruz, aborda el tema de la discapacidad desde distintas aristas, además del juego de poder y manipulación entre ambos personajes
Esta obra, dramaturgia de Carlos Iván Córdova, se presentará en el Teatro Sergio Magaña hasta el 23 de agosto los viernes, sábados y domingos

Hablar de discapacidad, más cuando se refiere a una persona que carece de extremidades --tanto superiores como inferiores—en automático se piensa en la necesidad de usar prótesis para hacer una vida normal, pero ¿qué sucede cuando las personas “completas” utilizan prótesis mentales?



Ésta es una de las ventanas de reflexión que abre la propuesta contemporánea Mujeres sin cuello, del dramaturgo Carlos Iván Córdova y que dirige Ginés Cruz en el Teatro Sergio Magaña del Sistema de Teatros de la Ciudad de México.



Temas como el abandono, el rechazo, la incapacidad física pero aún más las incapacidades mentales que permean en los seres humanos, rodeados también de un interesante juego de poder y domino mental de una actriz sobre otra, vuelven todavía más atractiva esta propuesta escénica que lleva por nombre Mujeres sin cuello del dramaturgo Carlos Iván Córdova.



Mili (que interpreta Patricia Yáñez), es una adolescente sin brazos ni piernas, a quien su familia mantiene encerrada durante una fiesta, bajo el cuidado de su nueva enfermera, Amelia (Malahat Sánchez). Contra todo pronóstico, Mili es una joven fuerte y capaz de llevar a su cuidadora a cometer acciones que ella jamás hubiera pensado, por lo que Amelia termina por enfrentarse a sus propias carencias afectivas y emocionales, persuadida por la habilidad e inteligencia de Mili.



“La forma en que las personas que tienen una discapacidad como la de Mili se enfrentan al mundo es distinta, por ello cada palabra está cargada de laberintos emocionales que muestran la dualidad de las personas cuando son llevadas al límite. Buscamos generar en el público la emoción y la reflexión acerca de lo que están presenciando”, compartió Ginés Cruz, director de la puesta en escena.



Mahalat Sánchez destacó a su vez que meterse “en el laberinto emocional de una mujer que es frágil e inestable emocionalmente y puede ser manipulada de manera sencilla por un niña no fue sencillo, pues hubo un trabajo físico bastante arduo, pero me ayudó a entender la discapacidad desde otro ángulo”.



Para Patricia Yáñez, quien hace el papel de Mili, descubrir que tienes sentimientos y emociones oscuras que no sabías que existían en ti, y a partir de ello saber que desde la inmovilidad --en este caso de Mili-- puedes dominar a alguien, es genial.



La obra plantea metáforas que se convierten en prótesis de vida. Por ejemplo, se plantea cuál es el límite de la felicidad, si son las mentiras una extensión de lo que nos hace falta en la realidad, si vivimos como seres humanos felices y conformes con quienes somos o aparentamos ser.



“Hablar de prótesis de vida además de una física, puede ser también una emocional o inclusive tecnológica, pues ahora necesitamos de una extensión cualquiera que ésta sea, para sentirnos completos para alcanzar la felicidad”, consideró Ginés Cruz.



Ginés Cruz es actor y director de teatro, egresado del Centro Universitario de Teatro (CUT). Ha dirigido diez puestas en escena, entre las que destacan Los prohombres, Nada es para siempre, La mano del mago y las alas de pez. Además, ha sido jurado del Festival de Teatro Universitario de la UNAM en cuatro ocasiones.



La obra Mujeres sin cuello, enfocada al público de adolescentes y adultos, se presenta con el apoyo del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México hasta el 23 de agosto los viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas en el Teatro Sergio Magaña (Sor Juana Inés de la Cruz 114, Santa María La Ribera, Metro San Cosme).