Fiesta de Los Chayacates: Tradición prehispánica y colorida que celebra el Día de los Reyes Magos en Colima



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· En esta edición por primera vez se partió una rosca de Reyes gigante para compartirla con los asistentes





Este 05 de enero, el encantador pueblo de Ixtlahuacán, en el estado de Colima, se vistió de colores y tradición para celebrar la Fiesta de Los Chayacates, una festividad que fusiona la cultura local con elementos prehispánicos que se une a la conmemoración al Día de Reyes. Este evento es uno de los más icónicos y antiguos del estado, pues se realiza desde hace más de 400 años.



La jornada comenzó con el recorrido de los Chayacates, cuatro viejitos indígenas, a través de las calles del pueblo en busca del pesebre donde nació el Niño Dios. Cabe señalar que el nombre de estas figuras tradicionales proviene del náhuatl: xayacatl, que significa hombre enmascarado.



La vestimenta de los personajes es elaborada con ixtle y acapán, fibras vegetales autóctonas, añade un toque auténtico a la representación. Acompañados de marionetas que simulan ser perros, los Chayacates enfrentan a diablos que intentan desviarlos de su misión: proteger al Niño Jesús del Rey Herodes.



La celebración cobra vida con la representación del robo del Niño Jesús, un momento crucial que fusiona la historia religiosa con elementos de la comunidad Náhuatl. Este año la festividad no fue solo un referente cultural sino también una oportunidad para que los habitantes y visitantes disfrutaran de una Rosca de Reyes gigante, compartiendo momentos de alegría y tradición.



El 06 de enero, la comunidad de Ixtlahuacán continuó los festejos con una gran pastorela, en la que participó activamente gran parte de la población. La combinación de ritos religiosos y prehispánicos durante esta festividad busca mejorar la cosecha, la recolección de frutos y miel, proporcionando a la celebración un carácter único y enraizado en las tradiciones locales, este punto precisamente es donde lo prehispánico se une con la religión católica durante el festejo.



El clímax de la celebración se alcanza cuando los Chayacates son coronados con pan ritual frente a la iglesia, marcando el fin de la festividad. Este año, la sorprendente celebración atrajo a locales y visitantes, consolidándose como una tradición que resguarda el mágico pueblo colimense.



Invitamos a todos a sumergirse en esta experiencia única en Ixtlahuacán, donde la mezcla de catolicismo y raíces prehispánicas crea una celebración vibrante y llena de significado. Esta festividad es una ventana a la rica historia y tradiciones de la región, y definitivamente, una experiencia que vale la pena vivir.