Agustín Ávila ofrecerá la charla La naturaleza domesticada, en La Tallera



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Como parte de las actividades relacionadas con la exposición Florescencias radicales, las plantas tienen ojos, de Vanessa Rivero, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de La Tallera, invitan a la charla La naturaleza domesticada, a cargo de Agustín Ávila, el sábado 29 de julio, a las 13:00 horas.



El coordinador de la Unidad de Divulgación y Difusión del Centro de Ciencias Genómicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), contará la historia de cómo fueron hechos los jardines, así como de los procesos sociales y científicos que influyeron en su creación, como concepto y forma.



Al final de esta revisión, a manera de taller, los participantes compartirán ideas y reflexiones para contradecir la historia “oficial” del jardín. El colectivo Ciencia Beat, del cual Ávila es parte, ganó el Premio Nacional de Periodismo 2018 en la categoría de Divulgación de la ciencia.



En 2020 obtuvo la beca Robert L. Breen para periodistas mexicanos del programa Under the Volcano. En 2023, recibió el Premio al Mérito Periodístico del Estado de Morelos en la categoría de Periodismo Científico y Cultural.



Ha colaborado en medios como Tec Review, Chilango, Nexos, La Revista de la Universidad, Gatopardo y Este País. Es editor del libro De cero a ciencia (2021), antología de textos de divulgación científica. Es miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia.



La exposición Florescencias radicales, las plantas tienen ojos, forma parte del ciclo América espectropical, que parte del borramiento del mural América tropical, pintado por David Alfaro Siqueiros en Los Ángeles, California, en 1932.



El objetivo es reflexionar en torno a las razones políticas y económicas que regulan la memoria geopolítica mediante procedimientos como la obliteración, el ofuscamiento, la censura, la tergiversación y la cancelación de obras de arte, documentos e imaginarios colectivos.



Florescencias radicales, las plantas tienen ojos es un proyecto de sitio específico, con elementos escultóricos para el jardín del museo. Vanessa Rivero, radicada en Yucatán, reconoce las características sensoriales de las plantas y señala la urgencia de entenderlas no como objetos de ornato, sino como seres vivos con los que compartimos el mundo.



La artista invita a reflexionar sobre la capacidad de las plantas para leer el medio ambiente y actuar, en consecuencia, de un modo más adecuado que los seres humanos. Con esta iniciativa Rivero busca también dar visibilidad a los microorganismos que sostienen la salud de la Tierra, del mundo vegetal y la especie humana.