img
Teatro 2018-05-29 21:02

Revaloran vida y obra de Guillermo Rousset Banda en la Sala Manuel M. Ponce del PBA





Revaloran vida y obra de Guillermo Rousset Banda en la Sala Manuel M. Ponce del PBA





· Testimonio versátil de su voluntad creadora, coinciden compañeros y amigos del multifacético intelectual mexicano



· La obra, de 450 páginas, reúne textos de 25 autores, en los que se destacan las aportaciones a la política y a la cultura de la segunda mitad del siglo XX



Con el apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes se presentó el libro Semblanzas de Guillermo Rousset Banda. Recuerdos y reflexiones para la reconstrucción de la trayectoria de un intelectual del siglo XX, de Antonio Rousset y Gabriela de la Vega, el cual “proporciona un testimonio versátil de la voluntad creadora del escritor mexicano”.



En el acto participaron los propios autores, así como los colegas y amigos Rubén Lau, el periodista Humberto Musacchio (en voz de Gilberto Meza) y Joel Ortega, con la moderación de la también periodista Pilar Jiménez Trejo, quien afirmó que el libro busca la revaloración de un multifacético escritor e intelectual mexicano, “uno de los más brillantes de la segunda mitad del siglo XX, pero también una de las personalidades más complejas y apasionantes de este tiempo: un hombre que vivió apartado de lo ordinario”.



Editado por las universidades Autónoma de Chihuahua y de Londres, Semblanzas de Guillermo Rousset Banda. Recuerdos y reflexiones para la reconstrucción de la trayectoria de un intelectual del siglo XX, reúne 25 textos de diversos autores y consta de 450 páginas.



En ellas se aborda seis diferentes facetas de la vida de Guillermo Rousset Banda (1926 – 1996), intelectual, político, revolucionario, teórico del arte, editor, profesor de poesía y bibliófilo, a quien “estando en prisión se le confirió una mención honorífica del Premio Xavier Villaurrutia”, recordó Jiménez Trejo.



El coautor, Antonio Rousset, hijo del escritor recordado, señaló que su padre representa, en cierta forma, “el arquetipo de un hombre que, acompañado por un intelecto innovador y una práctica creadora, incidió de manera decisiva en su sociedad. Más aún, es posible adelantar una hipótesis: ciertamente, personifica al individuo en busca de originalidad, pero su impacto se explica por los rasgos específicos de ésta. En efecto, la influencia de su pensamiento y de su acción presienta las características de la mayoría de los casos de ser ejercida en su espacio y contexto social y cultural”.



Reconoció que hay tres obstáculos para entender la vida y obra de su padre y que se manifiestan a través de contradicciones, aparentes o reales, que hacen más difícil el análisis: cómo entender la práctica política de la izquierda de un defensor del materialismo histórico que reprobaba la demagogia del discurso nacionalista, pero que al mismo tiempo estudiaba las teorías del pensamiento conservador o que admiraba gran parte de la filosofía metafísica.



Por otro lado, en el ámbito literario, innovó y reflexionó teóricamente sobre el uso de la poesía de verso libre, un campo donde se creía que todo estaba dicho y escrito, y, tercero, la cantidad de mundos a los que tuvo acceso y las múltiples organizaciones a las que perteneció.



Dijo que Guillermo Rousset siempre fue un inconforme, lo cual lo situó “al margen de las instituciones”, pero con una inconformidad que le confirió la libertad para superar las convenciones institucionales y alcanzar un alto grado de actualización para abordar los problemas manejados. “La originalidad de Roussett no fue la del individuo que se adapta y construye con lo que hay, sino aquella derivada del personaje que se sitúa siempre a contracorriente de las opciones ofrecidas por las tendencias sociales y culturales dominantes”, dijo.



Su legado, afirmó, fue la manera socrática de ejercerlo: continuó la tradición de los antiguos griegos quienes no hacían distinción entre conocimiento y sabiduría. En la actualidad, esa separación se ha convertido en un lugar común, pero para su padre “eso era algo indisoluble”, y “consciente de que las ideas en un momento son calificadas de utópicas, alguna vez encuentran el momento de realizarse, y esa era una llama que Rousset Banda albergaba siempre en beneficio de las generaciones venideras”



Por su parte, Rubén Lau, docente en la Universidad Autónoma de Chihuahua, comentó que conoció a Rousset Banda en 1964. “Fuimos amigos y lo conocí bien. Diría que este libro que presentamos tiene dos apartados: el político y el literario. Este último me parece más aprehensible, porque el político es más difuso, ya que muchos documentos suyos no fueron firmados o sí, pero con seudónimo”.



Por ello, dijo, algunas de sus apreciaciones políticas ya no están tan vigentes o ya han sido muy vistas o aprendidas. Sin embargo, entre sus aportaciones destacó que, en su tiempo, propuso que la lucha contra el imperialismo primero debía darse en una lucha de clases dentro del país; su idea de que la Revolución Mexicana no era una revolución interrumpida, sino era una revolución ya muerta, y otra más, que la Revolución Cubana no cumplía los ideales de la revolución proletaria, lo cual le ganó muchas críticas de sus cercanos.



Aún más, recordó que, para él, el marxismo ruso, chino y otros no eran originales, porque eran variante de un capitalismo, abstracto, pero capitalismo, por lo que planteó la necesidad de ir directo a la fuente que era “el marxismo de Marx”.



Reiteró que “fueron elementos novedosos, aunque no prendieron mucho en la izquierda mexicana, ya que, para empezar, él era escéptico en cuanto a las bondades de las revoluciones, pues encontraba el origen de la contrarrevolución en la misma idea de la revolución y en las estructuras burocráticas que se formaban a partir de ella”.



Con la representación del periodista Humberto Musacchio, Gilberto Meza leyó un texto en el que el periodista señaló: En buena hora se unen dos universidades (Chihuahua y Londres) para publicar un libro de 450 páginas sobre la vida y obra de Guillermo Rousset Banda.



Dijo que el libro es “farragoso y disparejo, fascinante e indispensable, con textos algunos brillantes y otros con olor a naftalina, pero un libro para leerse de un tirón, con avidez y sin pausa, porque es un buen libro que se empieza con inquietud y se termina con melancolía. Un viaje a aquellos tiempos en que se tiraban dogmas y se levantaban otros”.



Y agregó: “Para quienes nos adentrábamos en las luchas revolucionarias en aquella época, el nombre de Guillermo Rousset se mencionaba en voz baja, pues era una figura nebulosa, más negra que roja, por su personalidad libertaria y libertina, como decían algunos autores”.



En su momento, Joel Ortega agregó a lo anterior: “En aquella época, a Rousset no se le susurraba: se le combatía, porque era anti-partido, y para muchos en el Partido Comunista Mexicano era frívolo, poco serio y de una vida muy accidentada, porque muchos eran casi monjes y Rousset era lo opuesto: culto, intelectual, pasional, involucrado en disputas amorosas. Era un personaje muy interesante que no acataba las líneas del partido”.



Finalmente, la coautora Gabriela de la Vega destacó que después de navegar casi cinco años contra corriente, el libro Semblanzas de Guillermo Rousset Banda… llega a puerto, lo que significa que el libro se emancipa y es libre, que ya puede volar solo y hacer amigos y enemigos a voluntad.



“Es la materialización de ideas de dos universidades que abrazan el proyecto en el que se destaca la vida de Rousset Banda, quien hizo de su vida una ciencia social seria, comprometida e interminable.

Mas Articulos