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Libros 2018-05-14 20:14

Publicación muestra la calidad estética, diversidad y complejidad iconográfica de las esculturas mexicas

Publicación muestra la calidad estética, diversidad y complejidad iconográfica de las esculturas mexicas



*** Imágenes sagradas. Iconografía en esculturas de piedra del Recinto Sagrado de Tenochtitlan… analiza 152 tallas del periodo Posclásico Tardío (1200 -1519 d.C.)



*** Autoría del arqueólogo Ángel González López, la obra editorial fue presentada en el Museo del Templo Mayor





Para los aztecas, las esculturas eran una especie de contenedores de fuerzas sobrenaturales; suponían que sus dioses estaban dentro de las piedras talladas y por tanto podían solicitarles favores, buenas cosechas e incluso éxito en la guerra. La calidad estética, diversidad y complejidad iconográfica de estas piezas son analizadas por el arqueólogo Ángel González López en su más reciente libro Imágenes sagradas. Iconografía en esculturas de piedra del Recinto Sagrado de Tenochtitlan y el Museo Etnográfico.



Editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la publicación muestra 152 piezas escultóricas en relieve y bulto de estilo azteca, pertenecientes al periodo Posclásico Tardío (1200-1519 d.C.) y halladas en el área ceremonial de México-Tenochtitlán, las cuales el autor clasifica en tres grupos: representaciones humanas o antropomorfas, animales o zoomorfas y elementos rituales.



En el marco del ciclo de presentación de libros, “Textos de Templo Mayor, variaciones sobre un mismo tema”, que se realiza los viernes de mayo en el Museo del Templo Mayor, el autor expuso que dicho análisis iconográfico comenzó en 2011, cuando realizó su servicio social en el Proyecto Templo Mayor.



“Cuando ingresé a este maravillosos recinto me ofrecieron analizar un acervo de más de mil 500 fragmentos de lítica pulida de diversa índole. Durante aquel tiempo medí, pesé y dibujé las piezas, sin tener gran conocimiento de sus representaciones, tiempo después se convirtió en mi proyecto de tesis, pero el corpus se redujo a 152 esculturas (completas y fragmentadas) que representaban algún rasgo iconográfico distinguible”, apuntó.


Al estudiar las esculturas, el arqueólogo encontró personajes (humanos y animales) en diferentes posiciones o acciones, como caminar, descansar, ofrendar, cargar a otros seres o elementos rituales, mismos que aborda en su obra.



En los comentarios de la publicación estuvieron los doctores Carlos Javier González, presidente del Consejo de Arqueología del INAH; Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor; y Guilhem Oliver, profesor-investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.



El doctor Carlos Javier González puntualizó que el origen de las piezas remite un especial interés; parte del corpus fue recuperado por Leopoldo Batres en 1900, en la entonces calle de Escalerillas, hoy Guatemala; otros ejemplares proceden del antiguo Museo Etnográfico que funcionó como tal hasta 1978 en la entonces pequeña Zona Arqueológica de Templo Mayor, con los hallazgos registrados por Manuel Gamio en 1914; y finalmente, otras derivan de la primera temporada del Proyecto Templo Mayor, realizada por Eduardo Matos entre 1978 y 1982.



Añadió que en el libro hay una copiosa investigación que incluye la descripción minuciosa de cada imagen, temática, búsqueda de información documental, comparación con otros materiales arqueológicos y revisión de literatura contenida en reportes, catálogos y compendios. Cada escultura es presentada con su ficha técnica de registro, que incluye su número de inventario, materia prima, dimensiones, peso y color, así como formas y características de cada elemento, con lo cual el lector tiene una idea completa de las mismas.



“Se trata de una publicación que refleja, sin duda, un trabajo de investigación esmerado y minucioso, cuyo principal aporte es la recuperación, análisis, ordenamiento y puesta al alcance para estudiosos e interesados, de una valiosa colección de esculturas mexicas que se encontraba, si bien no en el olvido, en situación de acreencia con la arqueología”, acotó el titular del Consejo de Arqueología del INAH.



En tanto, el doctor Leonardo López Luján señaló que el libro es una obra de consulta útil, “Ángel se dio a la tarea de analizar los objetos, de ‘exprimirlos’, y estudiar cuestiones básicas como su materia prima, pero sobre todo a partir de su forma y de los relieves, desentrañar cuáles eran sus funciones y significados”.



Dividido en tres grandes segmentos (antecedentes, metodología y corpus), el libro inicia con un estudio acerca de los trabajos científicos sobre escultura azteca, como el trabajo de Antonio de León y Gama sobre la Coatlicue y la Piedra del Sol, que consistió en una descripción histórica y cronológica de ambos monolitos, publicada en 1792.



Posteriormente, pormenoriza sobre varios estudios realizados en el siglo XIX, tanto de autores mexicanos como extranjeros, hasta llegar a las obras de Alfredo Chavero y Jesús Galindo y Villa que abren la transición al siglo XX, donde sobresale la obra de Eduard Seler, quien sentó las bases para los estudios iconográficos.


La revisión llega hasta el siglo XXI con las excavaciones dirigidas por López Luján en la Casa de las Águilas, y la observación a la catalogación de colecciones de esculturas aztecas resguardadas en museos extranjeros.



Actualmente, el arqueólogo Ángel González López cursa el doctorado en Antropología en la University of California, Riverside; y desde 2004 es miembro del Proyecto Templo Mayor.



El investigador concluyó que el estudio de la escultura mexica es importante porque fue utilizada en época prehispánica como un medio de comunicación a través del cual se trasmitía información particular, de manera que a través de ellas se puede conocer las ideas materializadas por sus autores.



Como actividad complementaria a la presentación del libro, el arqueólogo ofreció un recorrido guiado titulado Íconos del Templo Mayor, en el cual explicó parte de las esculturas del recinto museístico.



Imágenes sagradas. Iconografía en esculturas de piedra del Recinto Sagrado de Tenochtitlan y el Museo Etnográfico pertenece a la Colección Arqueología, y puede adquirirse en las librerías del INAH.



El ciclo continuará el próximo 18 de mayo con la presentación del Catálogo: Templo Mayor. Revolución y estabilidad, coordinado por Eduardo Matos Moctezuma y Patricia Ledesma Bouchan, a las 18:00 horas en el Auditorio Eduardo Matos Moctezuma del Museo del Templo Mayor. Entrada libre.

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