Saxofones, taragot y medios electrónicos

a cargo de Boglárka Nagy en el MUAC





Ø Tres estrenos mundiales y cuatro en México ofrecerá la intérprete húngara



Ø El miércoles 3 de junio a las 17:00 horas, en el marco del XXXVII Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez





La intérprete húngara Boglárka Nagy ofrecerá tres estrenos mundiales y cuatro en México en el marco del XXXVII Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, en un recital que se llevará a cabo el miércoles 3 de junio a las 17:00 horas en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).



Nacida en Budapest, Boglárka Nagy trabaja activamente con diferentes compositores que le han dedicado obras, entre ellos Andys Skordis, Shoko Nagamichi, Enrique Mendoza y Aftab Darvishi. Fue discípula de Arno Bornkamp, Claude Delangle, Jean-Marie Londeix, Christian Lauba y Otis Murphy, entre otros. Ha participado en diferentes proyectos con ensambles como el Cartoon Saxophone Quartet y el Amsterdam Chamber Opera Quintet.



En el concierto que ofrecerá el 3 de junio tocará piezas para saxofones, medios electrónicos y taragot, instrumento de viento de madera cuyo sonido se encuentra a medio camino entre el corno francés y el saxofón soprano.



Coincidencias temporales (2013) de Juan de Dios Magdaleno (México, 1984) será el primer estreno mundial de la presentación. En esta pieza, el autor introduce tres diferentes solos que, al ser ejecutados simultáneamente, pueden funcionar como una obra de cámara. Este experimento sonoro hace reflexionar sobre la problemática tradicional entre el poder de la individualidad y las fuerzas colectivas.



La intérprete continuará con el estreno en México de Fractal Landscape (2014) de Edmar Soria (México, 1983). La obra, que integra video y soporte fijo estéreo, es un paisaje sonoro sintético surrealista, generado completamente por procesos algorítmicos; una propuesta artística sobre lo que el autor ha denominado estética del proceso dentro de la electroacústica, que implica una percepción completa y holística de la pieza basada no solo en el resultado, sino también en el proceso técnico-teórico completo involucrado y en la estética inherente que subyace en las técnicas matemáticas y tecnológicas empleadas.



Otra novedad en nuestro país será Cassiopeia (2012) de Enrique Mendoza (México, 1978). La variedad de intensidades y tiempos de esta propuesta le dan al intérprete un caleidoscopio de texturas para que muestre su expresividad propia. La rebeldía de la bella reina Casiopea con los dioses brinda el lado oscuro de la pieza, mientas su hermosura, la estética.



El segundo estreno mundial será Obra 1 (2011) de Juan José García Soto (México, 1983) En esta pieza, que también requiere de video y soporte fijo estéreo, el autor realizó un proceso manual y no empleó software de programación alguno. La estructura y las dinámicas fueron definidas por las relaciones entre audio y video, el movimiento directo o inverso basado en la densidad, la textura, el color, los cambios, la velocidad de procesamiento y las transiciones.



Luego de un breve intermedio, Boglárka Nagy proseguirá con un estreno en el país: Guillotin with e is easier to rhyme with (2014) de Jos Zwaanenburg (Holanda, 1958), comisionada y escrita para la intérprete húngara, y con el último estreno mundial del programa: 500 años (2010) de Patricio Calatayud (Argentina, 1981), en el cual los sonidos, que tienden a ubicarse a partir de la idea de resurgimiento, comienzan a crecer en textura y duración: primero son cortos y suaves; luego, ásperos y crujientes, y finalizan atemporales, aletargados y dispuestos a la interrelación. Todos estos sonidos suceden en un ritmo similar.



El recital finalizará con el estreno en México de Toque a Oyá y Oshún (2014) de Louis Aguirre (Cuba, 1968), el cual presenta un panorama creativo donde el lenguaje es redefinido por sus numerosas posibilidades de expresión dinámica entre el sonido y el espacio gestual. La interpretación de la pieza transforma el escenario en un paisaje transgresor y ritual en el que el compositor proyecta sus raíces afrocubanas hasta una expresión nueva de alcance vital y multicultural. Ésta obra también está dedicada a Boglárka Nagy.