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Teatro 2016-10-11 17:37

En Mujeres sin cuello

En Mujeres sin cuello la soledad interior

es más fuerte que la discapacidad física





o Puesta en escena escrita por Carlos Iván Córdova, bajo la dirección de Ginés Cruz



o Texto ganador del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2013



o Ofrecerá funciones del 13 de octubre al 6 de noviembre en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque





En Mujeres sin cuello, Mili es una adolescente sin antebrazos y sin la mitad de las piernas, a quien su familia deja encerrada en una habitación mientras en la casa sucede una fiesta. En este cuarto aislado, queda bajo el cuidado de una nueva enfermera, Amelia. Debido a su limitación física, Mili tiene una herida narcisista fuerte, capaz de llevar a Amelia a realizar acciones que jamás hubiera podido pensar.



Ese encuentro destapa en ambas universos psicológicos que las llevan hasta el límite de sus capacidades físicas y emocionales. A pesar de la discapacidad con la que vive Mili, la joven logra desarrollar una peculiar habilidad para persuadir y engañar a la gente, dejando de lado el papel de víctima para convertirse, a la vez, en la victimaria.



Mujeres sin cuello, a cargo de la compañía Cardumen Teatro, escrita por Carlos Iván Córdova, y dirigida por Ginés Cruz, se escenificará los jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, del 13 de octubre al 6 de noviembre.



"Como director me sentí identificado por el simbolismo de la prótesis y de la falta. Somos seres incompletos aunque hayamos nacido con todos nuestros miembros y órganos. Siempre necesitamos algo más, y los personajes en esta obra lo están pidiendo constantemente”, comentó Ginés Cruz.



Añadió que “en la soledad de los personajes se asoman inquietudes que nos insinúan que requerimos de prótesis para existir, para reparar artificialmente la falta de un órgano o de algo simbólico, ¿Cuál es la prótesis de la soledad?, por ejemplo. Busco en la metáfora de la prótesis, incluso las que usamos los que nacemos ‘completos’, esa es la tesis de mi puesta.



“Un teléfono celular se vuelve extensión de la comunicación que no tengo con el otro; el uso de neologismos como prótesis del lenguaje; el alcohol, como prótesis de la felicidad. Durante la exploración llegué a la conclusión de que las mentiras que dicen los personajes podrían ser una prótesis de lo que le falta a su realidad y por lo tanto, nuestras mentiras son verdades prostéticas”.



En Mujeres sin cuello, cuyo texto fue ganador del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2013, las actuaciones están a cargo de Mahalat Sánchez y Patricia Yáñez. El diseño de escenografía es de Carolina Jiménez; de vestuario y utilería es de Mauricio Ascencio, y de iluminación de Fernando Saldaña.



Respecto a las protagonistas de la obra, Ginés Cruz dijo que “están en un constante trabajo realista, contenido y tenso que se complementa con el trabajo corporal de Patricia Yáñez, quien exploró a profundidad la corporalidad de una persona sin brazos ni piernas, para lo cual se necesita también del trabajo físico y de gran exploración interna de Mahalat Sánchez. Ambas fueron entrenadas por la bailarina y coreógrafa Erika Méndez, quien ha sido parte importante para lograr las necesidades visuales y físicas que exige la obra”.



Para más información se puede consultar el sitio web de la Coordinación Nacional de Teatro www.teatro.bellasartes.gob.mx y las redes sociales: Gente de Teatro en Facebook, @Gente_de_Teatro en Twitter y @gentedeteatro en Instagram. En las redes sociales de la compañía: @cardumenteatro en Twitter y Cardumen Teatro en Facebook.

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