El Museo Nacional de Arquitectura alberga la muestra Javier Senosiain, Arquitectura Orgánica





o Integrada por diseños, fotografías, proyectos y planos de las 32 obras realizadas en más de 44 años de trayectoria del creador mexicano



o Estará abierta hasta el 12 de febrero del próximo año





A decir de los expertos, la arquitectura orgánica de Javier Senosiain “se transforma y presenta extrañas sorpresas e interrogantes”, por eso mismo es “inexplicable, singular e inédita”.



Tales adjetivos pueden apreciarse en la exposición Javier Senosiain, Arquitectura Orgánica, que alberga el Museo Nacional de Arquitectura, ubicado en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes, hasta el 12 de febrero del próximo año.



Dicha muestra está integrada por diseños, fotografías, proyectos y planos de las 32 obras realizadas en más de 44 años de trayectoria del creador mexicano.



Entrevistado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, Javier Senosiain Aguilar, destacado arquitecto egresado de la UNAM y curador de la exposición, dijo que para definir la arquitectura orgánica “me gusta la definición de Juan O’Gorman, en el sentido de que es la que toma en cuenta las condicionantes fisiográficas del lugar, como son la orientación, la topografía, las vistas, el entorno y, de alguna manera, la identidad y la cultura. Vivimos en un gran país con una gran riqueza cultural, con raíces profundas, y la arquitectura orgánica se integra o se relaciona con la naturaleza”.



Comentó que desde que se recibió como arquitecto, en 1972, está relacionado con el concepto de la arquitectura orgánica. “A partir de ahí en mi tesis cambié el concepto por forma libre, por lo tanto me entró la inquietud por la búsqueda de espacios curvos, porque para mí son más humanos. Empecé a leer y a viajar. Todo lo relacioné con las formas curvas. Luego hice una investigación de varios años, de la cual resultó el libro Bioarquitectura.



Senosiain Aguilar aclaró que no es el único representante de este tipo de arquitectura. “En el mundo se ha venido desarrollando. Frank Lloyd Wright y muchos arquitectos han tomado en cuenta todos esos aspectos. Aquí en México el arquitecto Carlos Lazo hizo algunas casas semienterradas en los años 50 y Juan O’Gorman creó su casa orgánica en San Jerónimo, que también está muy bien integrada a la naturaleza y contiene símbolos prehispánicos.



Por otro lado indicó que para realizar este tipo de obras “el lugar es muy importante, por eso realizo visitas constantes. Posteriormente hago un levantamiento topográfico, apuntes del entorno y una maqueta, entre otras cosas, para ir proyectando una idea muy clara de lo que queremos con la arquitectura orgánica”.



Y agregó: “Al principio de mi carrera hice algunas obras que no eran propiamente orgánicas, pero yo creo que deben ser alrededor de 20 construcciones las que he hecho bajo ese concepto. Algunas están en Naucalpan, en el Estado de México, y en Dolores Hidalgo, Guanajuato, precisamente en la tumba de José Alfredo Jiménez. También tengo construcciones de este tipo en Sao Paulo y en Belice, pero la mayoría se ubican en México”.



Respecto a la misión de la arquitectura en la actualidad, Javier Senosiain apuntó: “Creo que debe estar en contacto con la naturaleza, es decir que no debe afectarla ni agredirla. Actualmente, hay mucha conciencia con la ecología y esto es muy importante. También debe tomar en cuenta a las eco-técnicas. Muchas obras que he realizado han sido bajo la tierra y ésta es un magnífico aislante acústico y térmico. No se debe construir desde el punto de vista comercial o especulativo, sino debe tomarse en cuenta al ser humano y su integración como estaba en el origen del mundo”.



Añadió que las nuevas generaciones de arquitectos mexicanos tienen mucha influencia de la arquitectura internacional. “Ojalá regresaran o retomaran esa ideología de los arquitectos mexicanos contemporáneos, como Pedro Ramírez Vázquez, Ricardo Legorreta, Luis Barragán, Teodoro González de León, Abraham Zabludovsky y Francisco J. Serrano, a quienes les importaba la volumetría pesada tan característica en la plástica mexicana y que viene de las grandes montañas de las sierras madres oriental y occidental. Actualmente la globalización es la que domina. Los nuevos arquitectos deben voltear a ver la enorme riqueza que tiene México de identidad y de cultura”.