Convoca el investigador Guillermo Marín Ruiz a reinterpretar la historia antigua de México



Durante la conferencia “El racismo económico en la conformación del México independiente” el historiador y promotor cultural llamó a voltear a las culturas madre



La ponencia se dio en el marco de la exposición Imágenes para ver-te: Una exhibición del racismo en México que exhibe el Museo de la Ciudad



Reinterpretar la historia a partir de lo que vemos y sentimos, y no de lo que fue escrito en el siglo XVI por los cronistas de la Conquista, fue la propuesta del historiador Guillermo Marín Ruiz durante la conferencia El racismo económico en la conformación del México independiente, que se llevó a cabo en el Museo de la Ciudad de México.



En el marco de la exposición Imágenes para ver-te: Una exhibición del racismo en México, montada en el recinto de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, el investigador y promotor cultural habló de cómo la historia del país se ha construido a partir del racismo económico, privilegiando a los criollos y olvidando a las culturas madre.



“El concepto de racismo económico se inauguró en 1492, cuando Cristóbal Colón señala que nosotros no teníamos alma, que éramos animales y en tal condición podíamos ser usados para su servicio, basado en las ideas bíblicas y grecolatinas, en el sentido de que el ser humano está por encima de los animales. En síntesis, el racismo económico es quitarle al otro la humanidad”, dijo Guillermo Marín Ruiz.



“El racismo económico creó al capitalismo, a partir de todas las riquezas que se llevaron a Europa y la explotación deshumanizada que había en la época de la Conquista. El sistema colonial estaba conformado por los españoles a la cabeza, después los criollos, los mestizos —hijos de indígenas violadas por españoles—, luego los africanos, porque eran artículo de exportación y costaban dinero, y al último nosotros”, agregó el investigador.



Recordó que en 1982 Rubén Bonifaz Nuño le dijo: “Si usted quiere aprender bien la historia antigua de México, debe olvidar todo lo que ha aprendido sobre ella, porque está escrita por asesinos y fanáticos religiosos. Solamente reconstrúyanla por lo que ven y por lo que sienten”. Por ello, dijo haberse dedicado a lo largo de los años a refutar lo escrito en el siglo XVI.


“¿Cómo se puede tomar como fuente histórica a gente que cuando escribió no tenía el menor interés de ser una fuente histórica? Si leemos lo que escribieron vemos que además de mentiras se exaltaba una supuesta vileza que nunca existió, el mejor ejemplo es lo que escribió Bernardino de Sahagún en su magna obra, cuando dice en el prólogo que está escribiendo para que los misioneros que iban a llegar conozcan las hechicerías y las diabluras de los indígenas. Las culturas madre nunca fueron estudiadas con un sentido de respeto para darle un lugar a su conocimiento”, abundó Guillermo Marín Ruiz.



De acuerdo con el investigador, la ideología criolla ha relegado a las culturas originarias, sólo manteniendo presente a la mexica, a pesar de que ésta representa sólo un 8 por ciento de la era prehispánica. Por ello, durante su conferencia, habló sobre la civilización de Anáhuac, para que los asistentes pudieran “ver quiénes somos en verdad, de dónde venimos, cuál es nuestra grandeza, y que de un momento a otro perdimos nuestra humanidad”.



El especialista en cultura tolteca habló sobre los seis elementos culturales que identifican a la cultura de Anáhuac y cómo han sido tergiversados en los textos de los conquistadores y misioneros que llegaron a América a partir de 1519.



“Somos un pueblo creador de conocimiento, y no solamente por inventar el maíz. El sistema educativo que se tuvo por 3 mil años fue destruido y no volvimos a tener uno hasta 1921, porque el colonizador sabe que un pueblo sin educación es un pueblo esclavo. También se nos ha encajonado en que somos guerreros aztecas; eso es completamente falso, no fuimos una civilización guerrera y no por 81 años de la degradación mexica vamos a colgarnos esa cruz, las armas que recibimos de las cavernas —el arco, la flecha, la lanza, el mazo, el escudo y la honda— después de 7 mil años de desarrollo humano, con esas mismas armas enfrentamos la invasión europea. Tampoco inventamos la moneda y la propiedad privada, sin mencionar que se vivía en comunidad y privilegiaba la espiritualidad sobre lo material.



“No quiero menospreciar la cultura mexica, pero hay que pensar en por qué el estado neocolonial criollo insiste en alentar lo mexica y en desaparecer lo toltecáyotl; a pesar de su desarrollo vertiginoso, los mexicas se equivocaron en sustituir el aspecto espiritual por el material”, concluyó.



Guillermo Marín Ruiz es historiador, investigador, promotor cultural y escritor especializado en la cultura tolteca y la toltecáyotl. Entre sus obras se encuentran La civilización del Anáhuac, Toltecáyotl. Sabiduría ancestral tolteca, La ideología criolla en conformación de la nación mexicana, Para leer a Carlos Castañeda y Manual básico del promotor cultural, entre otros. El próximo 31 de agosto presentará su libro Historia verdadera del México profundo en la plancha del Zócalo capitalino.



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