Exhiben las obras que J. Pani adquirió en Europa durante el periodo de entreguerras y que ahora forman parte del acervo del Museo Nacional de San Carlos, en conjunto con obras localistas, realizadas por artistas mexicanos a los que Diego Rivera apoyaba y que para él representaban el parteaguas en la consolidación de la identidad pictórica nacional que se desarrolló durante la primera mitad del siglo XX en México.