Son producto de la selección de dos personajes que emblematizan a sectores sociales opuestos y ejercen papeles diferenciados: Alberto J. Pani, coleccionista que se desempeñó como curador y gestor en la adquisición de obra artística por parte del Estado, y Diego Rivera, artista que al esbozar un guion expositivo incursionó en la curaduría.