La propuesta, bajo la dirección de Guillermo González Aranda, aborda la historia conceptual que los mexicanos tenemos sobre la muerte a lo largo de nuestra historia. El montaje inicia en los tiempos de los sacrificios humanos mesoamericanos y la lucha de los dioses por el alma de las personas, después presenta la época colonial y la batalla constante del bien contra el mal en la religión católica, y finalmente culmina con la simbiosis de estas dos visiones en la época actual.