Exposición se divide en cuatro núcleos, la muestra conduce por la armonía cromática de sus lienzos, el andamiaje de sus planos compositivos, la dimensión emocional de sus paisajes, así como la presencia de figuras cuyos cuerpos sintéticos se sitúan en espacios atemporales, elementos con los que Laville hilvanó una aguda reflexión sobre la condición humana.