Familias enteras se dieron cita en este icónico lugar que ya es un sitio donde se dan cita año con año para maquillarse y ponerse un disfraz que asemeja a una persona fallecida y que por algún artificio vuelve a la vida; es así como nace el zombie, el cual hambriento de vida y en especial de cerebros marcha por las principales calles de la CDMX difunidiendo la "cultura zombie" la cual en palabras de los que integran estos grupos es incluyente y además apoya a grupos vulnerables por medio de la solicitud voluntaria de alimentos no perecederos.