Aunque si bien se trata de una de las obras menos montadas en la historia del teatro en México. El texto de Shakespeare se apreciará casi en su totalidad —ya que se realizó una sencilla edición para ayudar al ritmo de la puesta en escena— es más bien un montaje minimalista, desfachatado y alejado del rigor histórico que lo caracteriza.
En palábras de su directora, Yulleni Vertti: “En este proyecto queremos cambiar la tendencia de las obras del teatro clásico universal de contar con muchos personajes masculinos y unos cuantos personajes femeninos, así ponemos de nuestra parte para construir una escena más justa y equitativa”