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La muestra Vanguardia rusa. El vértigo del futuro fue inaugurada en el Museo del Palacio de Bellas Artes

La muestra Vanguardia rusa. El vértigo del futuro fue inaugurada en el Museo del Palacio de Bellas Artes



Asistieron a la ceremonia inaugural la directora general del INBA, María Cristina García Cepeda; el embajador de la Federación de Rusia en México, Eduard Malayán, y directores de museos rusos



La exposición podrá ser visitada en las nueve salas del recinto hasta el 31 de enero de 2016





El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) tiene el privilegio de presentar un capítulo fundamental del arte del siglo XX: las vanguardias que revolucionaron todas las disciplinas artísticas y que promovieron la integración entre ellas, con el fin de responder a la nueva realidad que se vivía, dijo María Cristina García Cepeda, directora general del INBA, al inaugurar la exposición Vanguardia rusa. El vértigo del futuro, que se exhibe en las nueve salas del Museo del Palacio de Bellas Artes hasta el 31 de enero de 2016.



Acompañada por el embajador de la Federación de Rusia en México, Eduard Malayán, y directores de los museos rusos que prestaron parte de sus acervos para conformar esta exhibición, la titular del INBA señaló que la muestra se lleva a cabo en el marco del 125º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países y reiteró el compromiso de la institución que dirige de acercar al público las obras esenciales del arte universal para su conocimiento y aprecio.



En la exposición, el periodo de 1910 a 1930 abarca los movimientos sociales y culturales que habrían de transformar a Rusia en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, los cuales muy pronto se incorporarían al naciente



régimen, por lo que fueron vanguardias que se propusieron devolverle al arte su poder constructivo y regenerador, refirió María Cristina García Cepeda.

“Muchos son los nombres de quienes encabezaron los cambios, como Kazimir Malévich y su Cuadro negro sobre fondo blanco o Alexandr Ródchenko y el tríptico Rojo puro, Amarillo puro y Azul puro, obras significativas de la tarea transformadora que emprendieron.



“La muestra refleja el espíritu de la época, que permitió a las expresiones teatrales dialogar en resonancia con la pintura o la arquitectura, vasos comunicantes con la imagen y la fotografía”.



Hay dos nombres importantes en la muestra, agregó la directora general del INBA: el poeta Vladímir Maiakovski y el cineasta Serguéi Eisenstein. “Sus movimientos emblemáticos fueron bien recibidos en los principales centros artísticos del mundo y contribuyeron al desarrollo del arte moderno del siglo XX”.



Durante su intervención, el embajador ruso afirmó sentirse honrado de estar en el Palacio de Bellas Artes con motivo de la muestra y mencionó que, además de celebrarse el 125º aniversario de las relaciones diplomáticas de Rusia y México, en 2015 se conmemoran los lazos culturales entre ambas naciones.



Recordó que hace un par de días en Moscú, el Museo de Artes Decorativas abrió sus puertas al público a la exposición Vlady regresa a casa, con las obras del artista ruso-mexicano Vladímir Kibálchich.



Vanguardia rusa es una exposición única en su escala mundial, pues integra piezas de los grandes representantes de las corrientes del arte ruso de principios del siglo XX, añadió. “Permítanme expresar mi más sincero agradecimiento a todos los organizadores. Deseo mucha suerte a este vertiginoso reto cultural”, finalizó el embajador.



Durante el recorrido previo a la inauguración, Sergio Raúl Arroyo, curador de la muestra, señaló que la vanguardia rusa no es una corriente, “sino una serie de corrientes, algunas encontradas entre sí y relacionadas con un dialogo sistemático permanente y complejo que tiene que ver con el hecho esencial de cambiar el





arte, de no seguir la tradición academicista y participar en la transformación del hombre nuevo”.



En su oportunidad, Miguel Fernández Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes, comentó que esta muestra es muy importante para llenar un hueco enorme que teníamos en esta parte de la historia cultural y social, pero sobre todo artística, de principios del siglo XX, a la que por primera ocasión tenemos acceso con más de 500 obras de más de cien artistas rusos, entre escultura, pintura, diseño, música y cine, de un periodo tan importante e interesante.



Por su parte, Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), resaltó la oportunidad que tendrá el público mexicano de conocer uno de los movimientos artísticos de la historia contemporánea que marcó las bases del arte moderno.



La vanguardia comprende todo un periodo de la cultura europea, particularmente de Rusia, entre 1890 y 1930. Algunos lo extienden hasta 1960. En él confluye el talento de pintores, arquitectos, escultores, escritores y músicos que da una visión única y la pauta para el arte del siglo pasado.



Las dos primeras revoluciones sociales del siglo XX, la rusa y la mexicana, se retroalimentaron. Nuestro país despertó el interés de muchos de los creadores de la vanguardia rusa, como Serguéi Eisenstein, quien vino a filmar la película ¡Que viva México!



En esta exposición se encuentran reunidas piezas de uno de los momentos de mayor creatividad de la cultura rusa, en ocasiones más ligado a la parte literaria y conocido como la Edad de Plata, pero vinculado a las artes visuales, a través de creadores que luego se distribuyeron por toda Europa a causa de la revolución, como Malévich y Kandinski, entre muchos más.



El presidente del Conaculta destacó que algunas de las obras que se presentan nunca habían salido de Rusia, como los dibujos eróticos de Eisenstein, los cuales inició a su llegada a nuestro país. Incluso hay uno que elaboró en una hoja del Hotel Imperial, ubicado en Paseo de la Reforma, agregó.



La materialización de esta muestra le tomó dos años de trabajo a Sergio Raúl Arroyo. “Es una exposición única en el país. No se concentra en una biografía o retrospectiva de un determinado artista, sino que es el conjunto de un movimiento cultural, uno de los más importantes de los últimos 200 años del arte europeo”, finalizó Rafael Tovar.