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Se presentará en el Museo Nacional de Arquitectura exposición antológica de Juan José Díaz Infante Núñez

Se presentará en el Museo Nacional de Arquitectura exposición antológica de Juan José Díaz Infante Núñez





Las pieles del espacio, a partir del 2 de julio



Con la curaduría de su hijo y colaborador, Juan José Díaz Infante Casasús



En la exhibición se mostrarán sus ideas acerca del espacio y la geometría arquitectónicas





“La arquitectura no existe, se trata solo de pieles en el espacio”, solía afirmar Juan José Díaz Infante Núñez (1936-2012), innovador, ideólogo de la arquitectura y uno de los constructores del paisaje mexicano durante el siglo XX.



A manera de homenaje a tres años de su fallecimiento, y para reconocer su obra y sus aportaciones tanto en México como en el extranjero, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) presentará la exposición antológica Las pieles del espacio, del 2 de julio al 20 de septiembre en el Museo Nacional de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes.



Con la curaduría de Juan José Díaz Infante Casasús, hijo y colaborador del arquitecto, esta exposición de carácter antológico incluirá cerca de 100 láminas, maquetas y videos, y destacará dos puntos fundamentales: las ideas que forjaron el pensamiento de Díaz Infante Núñez en torno a la arquitectura como ciencia del espacio y la geometría como base de la arquitectura.



“Porque el Palacio de Bellas Artes es muy fuerte como escenario –se come lo que sea–, entonces se decidió que fuera una exposición de pensamiento”, dijo Díaz Infante Casasús. Para ello, informó, la primera parte “explorará” al personaje, por lo que iniciará en un lugar íntimo: una pequeña sala con un librero en el que estarán los libros predilectos del arquitecto para que la gente los pueda tomar y sentarse a leerlos.



Pierre Teilhard de Chardin, Charles Darwin e Italo Calvino eran algunos de sus autores favoritos. Su infancia, los momentos familiares y su abuelo –secretario de Hacienda en el gobierno de Porfirio Díaz, por lo que se incluirá una fotografía de este personaje, en alusión a que mandó construir el Palacio de Bellas Artes– también estarán presentes en la muestra.



“Asimismo, se recreará la época en la que fue parte de la primera generación de Ciudad Universitaria, su jersey como primer portero del equipo de futbol soccer de los Pumas y su reloj de Mickey Mouse (ya que era admirador de Walt Disney); en fin, todo el proceso de pensamiento que llevó a José Díaz Infante a ser uno de los mejores arquitectos del siglo XX”, expresó el curador.



La otra línea curatorial, agregó, es la parte geométrica. En mamparas se colocarán dibujos realizados a mano alzada de croquis y bocetos, y sobre las paredes habrá una serie de obras que tienen su misticismo, como la famosa casa de plástico que se convierte en la célula básica de la exposición.



“Cuando mi papá se graduó de la universidad empezó a generar una teoría que llamó kaliscomia –de calli, casa en náhuatl, y cosmo, universo en griego. Comenzó a poner juntos elementos sociales, políticos y arquitectónicos, en los cuales, decía, el petróleo era la riqueza del país, pues desde entonces él percibía que habría un fuerte desarrollo en la petroquímica en México”.



En los años cincuenta, la gran búsqueda fue resolver el problema de la vivienda social. “Sin embargo, él no imitó los multifamiliares ni siguió las teorías de Le Corbusier. Él se separó de la teoría de los edificios que se volvieron guetos y que se cayeron con el terremoto de 1985. Él pensó en el ultrarresistente plástico”.



A partir de esa línea, la exposición continuará su recorrido con el edificio del City Bank, de cuatro fachadas en vidrio, construcción que marcó un rompimiento con la arquitectura mexicana y con la tendencia marcada por Legorreta y Barragán, afirmó Díaz Infante Casasús.



Explicó que el siguiente vértice será la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente (TAPO), obra de su padre que tiene un domo de 68 metros. Es la estación más grande del mundo todavía y la única circular. Le seguirán el edificio de Procter & Gamble, el Club Asturiano de Cuautla, la Cantera de los Pumas, la Torre Diamante de Insurgentes y la Bolsa Mexicana de Valores.



La exposición antológica Las pieles del espacio incluirá alrededor de 15 maquetas juntas “para que se vea el color geométrico de todas; un ejercicio volumétrico, todo en blanco, pero que muestra la esfera, el triángulo, el cuadrado: lo que manejó el arquitecto en su momento”.



También presentará lo que el arquitecto homenajeado “creía que debería ser el futuro; sus experiencias y su colaboración con la NASA, y un proyecto que no llegó a realizarse, denominado Topacio, que consistía en construir torres de 500 metros en Santa Fe, con transporte a través de un monorriel”.



Díaz Infante Casasús, quien tiene 30 años trabajando como fotógrafo de arquitectura y realizó seis libros junto a su padre, señaló que trabaja con la Bolsa Mexicana de Valores y con la administración de la TAPO para hacer recorridos guiados, y también para renovar la casa de plástico que se encuentra en el Museo de Arte Moderno.



La exposición no comprende todo su trabajo, aseguró su hijo, ya que lo que se busca es mostrar los ejemplos necesarios para saber decodificar el lenguaje arquitectónico y la postura de artista, visionario e inventor de Díaz Infante Núñez, y “establecer que no solamente hay que pensar, sino saber en qué pensar: un regreso a la lógica, al diagnóstico de un problema; el contexto de un México digno y distinto, de un México que tiene la posibilidad de otro futuro”, concluyó.



La muestra antológica Las pieles del espacio será inaugurada el jueves 2 de julio a las 19:30 horas en el Museo Nacional de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes, donde permanecerá en exhibición hasta el domingo 20 de septiembre.




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