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Se llevará a cabo una mesa redonda en el marco del 120 aniversario del natalicio de Francisco Díaz de León

Se llevará a cabo una mesa redonda en el marco del 120 aniversario del natalicio de Francisco Díaz de León





· El jueves 21 de septiembre a las 19:00 en las Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes



· Participarán Renata Blaisten, Cecilia Díaz de León y Eduardo Espinosa







El Instituto Nacional de Bellas Artes, a través de la Coordinación Nacional de Artes Visuales, conmemorará el 120 aniversario del natalicio del pintor, grabador, editor y académico mexicano Francisco Díaz de León, el jueves 21 de septiembre a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.



En la mesa redonda dedicada al creador nacido en Aguascalientes el 24 de septiembre de 1897, y autor del escudo de la ciudad de Aguascalientes en 1946, participarán Renata Blaisten, Cecilia Díaz de León y Eduardo Espinosa.



Díaz de León recibió, en 1917, una beca del gobierno del estado de Aguascalientes, la cual le permitió iniciar sus estudios en la Academia de Bellas Artes, donde tuvo como maestro a Saturnino Herrán, de quien aprendió las técnicas de óleo, carbón y pastel, además de ser discípulo de Leandro Izaguirre y Germán Gedovius. Asimismo, fue alumno en la Escuela de Pintura al Aire Libre de Chimalistac.



En 1920 se convirtió en profesor de la Academia de Bellas Artes, en donde se especializó en diferentes técnicas de grabado. Desde entonces, dedicó su vida a la práctica del dibujo, el grabado y la difusión de las artes gráficas. Fue director de la Escuela de Pintura al Aire Libre de Tlalpan (1925-1932) y de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (1933).



Junto con Carlos Alvarado Lang creó el Taller de Grabado con especialidad en técnicas en metal y madera. Fue, además, jefe de Publicaciones del Palacio de Bellas Artes en 1934, y en 1937 fundó la Escuela Mexicana de las Artes del Libro, que más tarde se llamó Escuela de Artes Gráficas, misma que dirigió hasta 1956.



Su obra, rica y variada, abarca tanto dibujos a tinta y lápiz, como grabados, policromías, litografías, aguafuertes y aguatintas. Ello, aunado a su vocación docente, lo llevó a ser considerado uno de los principales impulsores del renacimiento de las artes gráficas en México durante el siglo XX.



Fue integrante del Consejo Cultural y Artístico de la Ciudad de México y de la Asociación Internacional de Grabadores Xylon de Zúrich (Alemania), así como miembro fundador del Seminario de Cultura Mexicana y de la Academia de Artes.



En 1969 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría de Bellas Artes. Dos años después se retiró de las actividades artísticas debido a su progresiva pérdida de la vista. Murió en la Ciudad de México el 29 de diciembre de 1975.