El turismo religioso en nuestro país ocupa un lugar importante a nivel nacional, no sólo por las creencias de la mayoría de los mexicanos, sino también por la riqueza arquitectónica, artística y cultural de los templos que se ubican en territorio mexicano. De acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo Federal, este rubro turístico genera una derrama económica de 20 mil MDP cada año y un flujo internacional de países como Estados Unidos, Colombia, España, Brasil, Argentina, Filipinas, Italia y Bolivia.