Cuando el dibujante hidalguense Gabriel Vargas Bernal aceptó el reto de crear una historieta que tuviera como personaje central la figura de una mujer, no imaginó que su obra más famosa, La Familia Burrón, se convertiría en símbolo de identidad de los mexicanos al mostrar, a través de sus personajes, la diversidad social, la cotidianeidad y el colorido de los barrios urbano-populares capitalinos.