Un cuento lleno de maltrato emocional y toxicidad, escudado en una tierna preocupación por el otro. Un amor en el que maltratador y víctima ejercen sus roles hasta las últimas consecuencias.
No se ven los golpes, no obstante, hay puñaladas sutiles que logran estremecernos y hacernos reflexionar sobre el grado de daño que podemos causar al ser que amamos, cuando le negamos su propia esencia hasta hacerle desaparecer física y psicológicamente.