Antes de morir, Eduardo y Magdala vieron un dragón; al despertar, no saben si ella es su amiga imaginaria con la que perdió la virginidad o si él es un demonio matemático que la sigue en el purgatorio.
Nace del interés de los actores y el director por la figura de William Burroughs y en particular sus ideas sobre la naturaleza parasítica del lenguaje.
Antes de morir, Eduardo y Magdala vieron un dragón; al despertar, no saben si ella es su amiga imaginaria con la que perdió la virginidad o si él es un demonio matemático que la sigue en el purgatorio.