El Ensamble Cepromusic estrenará Paris wind behind me… de Víctor Ibarra
El sábado 18 de junio a las 19:00 en el Auditorio Blas Galindo del Cenart; entrada libre
El programa también incluye Vortex Temporum de Gérard Grisey
El estreno mundial de Paris wind behind me… del compositor mexicano Víctor Ibarra y Vortex temporum de Gérard Grisey serán interpretados por el Ensamble del Centro de Experimentación y Producción de Música Contemporánea (Cepromusic), dirigido por José Luis Castillo, el sábado 18 de junio a las 19:00 en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart). La entrada será gratuita.
Vortex temporum es una de las composiciones emblemáticas de la corriente musical conocida como espectralismo. Vórtice del tiempo (su traducción del latín) fue compuesta por Grisey poco antes de su temprana muerte. En ella enfocó “su poética en la rotación temporal, cambios constantes de métrica y estructuras armónicas que producen sensaciones de espiralidad”, a decir del compositor e investigador musical Juan Sebastián Lach.
Los movimientos de Vortex temporun, agrega, están organizados a partir de tres arquetipos temporales: el humano (el tiempo de la respiración y el habla, en el primer movimiento), el tiempo expandido de las ballenas (segundo movimiento) y el tiempo comprimido de los insectos (tercer movimiento).
Por otra parte, Paris wind behind me... fue escrita para la producción Velvet Petal, concebida por el Ensamble Cepromusic de manera conjunta con el Scottish Dance Theatre, y que ambas agrupaciones ofrecerán en julio de 2016 en Escocia.
Inspirada en el ciclo de vida de la mariposa monarca, así como en el trabajo fotográfico de Robert Mapplethorpe, Velvet Petal es el punto de partida para Paris wind behind me…: un acercamiento propio a este concepto interdisciplinario y metamórfico que procura también una conexión con lo emocional.
“It was beautiful. I went so fast, Paris wind behind me crashing into everyone. Than off again alone...” es la cita extraída de una postal que Patti Smith envió de París a Nueva York para su cómplice artístico Robert Mapplethorpe en 1969.
“Intento, pues, a través de la mirada de Patti Smith, recrear una visión distinta –no exclusivamente visual– del universo de Mapplethorpe, en la cual, a partir de una mirada ingenua, sencilla, espontánea, que se trasforma y que, a su vez, es capaz de transformar, se reconsidere la belleza, la fragilidad de la vida o, bien, la sutileza y la transformación de la existencia”, indica Ibarra.
Víctor Ibarra ha experimentado, tanto en su país natal, como en Suiza y Francia (donde radica), las enseñanzas de maestros como Hebert Vázquez, José Luis Castillo, Édith Lejet, Daniel D’Adamo o Michael Jarrell.
La influencia del espectralismo francés –que le ayuda a trabajar con una intención colorística y tímbrica, aunque no de forma exclusiva– y el diálogo interdisciplinar que acostumbra establecer con las artes plásticas imprimen una huella personal en el trabajo de Ibarra, que aborda desde una claridad en los instintos e ideales compositivos.
Gérard Grisey (Belfort, Francia, 1946-París, Francia, 1998) estudió en el Conservatorio de Trossingen en Alemania y en el Conservatorio Nacional de París. En 1973 fundó el grupo L’Itinéraire con Tristan Murail, Roger Tessier y Michaël Levinas, al que más tarde se unió Hugues Dufourt. Dérives, Périodes y Partiels están entre sus primeras piezas de música espectral.
Entre las más importantes se encuentran Les chants de l’amour, Talea, Le temps et l’écume, Le noir de l’etoile, Les espaces acoustiques, Vortex temporum y Quatre chants pour franchir le seuil. Varias de ellas recurren a medios electrónicos.