El bajo Arturo López Castillo y el pianista Carlos Alberto Pecero interpretarán el ciclo de lieder La bella molinera de Franz Schubert



o El sábado 11 de junio a las 17:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes





La buena música es aquella que mantiene el cerebro alerta, aseguró el bajo Arturo López Castillo, quien, junto con el pianista Carlos Alberto Pecero, ofrecerá las 20 canciones que componen La bella molinera de Franz Schubert, el sábado 11 de junio a las 17:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.



No se trata de un homenaje a Schubert, sino de mostrar cómo el lied se apoderó de la escena musical en el siglo XIX y el compositor se convirtió en uno de los autores más representativos de este género, dijo en entrevista el cantante, que cuenta con una trayectoria de 26 años.



Señaló que La bella molinera, concretamente, es de gran importancia para la canción de concierto, porque fue compuesta en la década de los años veinte del siglo XIX, una época en que este género empezaba a tener mucho auge.



Explicó que La bella molinera y Viaje de invierno son dos de las obras más importantes de Schubert, las cuales sirvieron como parteaguas para que muchos compositores de la época siguieran esta línea.



En La bella molinera, agregó, se mantiene un constante desafío a la voz principal, a través de 20 canciones poéticas. “Si bien, los requerimientos de la voz no son tan exigentes como en una ópera, el reto está en el estilo y en el idioma alemán.



“La bella molinera es una obra de gran belleza musical y literaria. La música y la poesía de Wilhelm Müller se conjugan perfectamente para hablarnos de una historia de amor y de celos”.



Dijo, asimismo, que en este ciclo de lieder Schubert abordó lo que le sucede a un joven molinero que está enamorado de la hija del dueño del molino. “Es un joven al que le gusta caminar por el campo, pues ama la naturaleza, a tal grado que es capaz de hablar con los animales, las plantas y lo que se encuentre en frente para contarles su amor hacia una joven muy hermosa.



“Más tarde aparece un cazador, del cual el joven se siente terriblemente celoso, ya que cree que le quitará el amor de la molinera. Aunque nunca le declaró su amor, él cree que es una coqueta porque es amable con todo el mundo”.



A decir de López Castillo, La bella molinera refleja muy bien el espíritu del romanticismo del siglo XIX. El bajo afirmó que los asistentes al concierto seguramente serán contagiados por los sentimientos en la obra de Schubert. “El desafío del cantante, y como intérprete, es que esos sentimientos le puedan llegar al público, para que sea atrapado por la historia de amor”.



Sostuvo que los lieder rompen los paradigmas de cualquier época, incluso la actual: “Ahora estamos acostumbrados a formas musicales que podemos descalificar por su ausencia artística, pero cuando el público escucha los lieder y logra comprenderlos, descubre algo novedoso”. Motivar e incentivar a la gente a acudir a este tipo de actividades es lo que mantiene la esperanza de Arturo López en la música.



Con más de 20 años de carrera artística, López Castillo ha sido invitado por la Ópera de Bellas Artes para la representación de más de 35 papeles, entre ellos Colline en La bohème y el sacristán en Tosca de Giacomo Puccini, Dulcamara en El elixir de amor y el rol homónimo en Don Pasquale de Gaetano Donizetti, Leporello en Don Giovanni de Wolfgang Amadeus Mozart y Don Bartolo en El barbero de Sevilla de Gioachino Rossini.



Estudió en el Conservatorio Nacional de Música y ha cantado con la mayoría de las principales orquestas de México y en los más importantes foros de la República. Su repertorio abarca también oratorios y misas.