La Sala de Arte Público Siqueiros albergará las exposiciones
Hoy también fue un día soleado y Crótalos
o A cargo del artista español Fernando Sánchez Castillo y el argentino Ramiro Chaves, respectivamente
o Serán inauguradas el martes 7 de junio a las 19:00
El martes 7 de junio a las 19:00 serán inauguradas, en la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), las exposiciones Hoy también fue un día soleado, de Fernando Sánchez Castillo, y Crótalos de Ramiro Chaves.
La primera de ellas está conformada por tres obras nuevas basadas en documentos reales de la matanza de Tlatelolco en 1968. Mientras que la segunda se trata de una intervención de la fachada de la sala que alude a la fenomenología del uso de la X en México
Respecto a Hoy también fue un día soleado, debe decirse que su autor, el español Fernando Sánchez Castillo, desarrolla, a menudo con humor, una crítica del discurso monumentario para desarticular sus operaciones de poder y representación.
Esta deconstrucción, es sobre todo, un medio para indagar en las contradicciones de la historia, subvirtiendo las representaciones y manipulaciones del relato oficial, y que desmitifica sus cánones, héroes, discursos y verdades establecidas.
Bajo la curaduría de Gerardo Mosquera, esta muestra está dedicada a los trágicos sucesos del 2 de octubre de 1968, en Tlatelolco.
La estatua magna que se presenta en el cubo de las SAPS, continúa su serie de monumentos a héroes no oficiales, una “canonización” de figuras históricas ignoradas.
En esta ocasión, la estatua representa a un estudiante anónimo detenido durante el movimiento estudiantil de 1968. Se creó a partir de una de las fotografías que documentan cómo los manifestantes en Tlatelolco eran obligados a bajarse los pantalones para comprobar que no estuvieran armados.
En otra sala, artesanos oaxaqueños tejen una alfombra de gran tamaño que reproduce un plano militar, donde se señala la ubicación de francotiradores en la plaza y la dirección de sus disparos.
La tercera pieza en la exposición es un video que presenta el vuelo de un dron sobre Tlatelolco, que reproduce, a partir de la documentación existente, la trayectoria de un helicóptero el día de los hechos. Plasma una acción lumínica en la plaza con bengalas rojas y verdes, como las que señalaron el inicio de la acción militar en aquella manifestación, que culmina con una luz blanca, componiendo simbólicamente los colores de la bandera de México, a manera de un homenaje póstumo.
El título de la muestra alude a una frase falsamente atribuida al comentarista de un noticiero, pero que ha quedado fijada en el imaginario de la masacre como figura elocuente de los ocultamientos de la historia.
Como parte del Proyecto Fachada, se inaugurará también Crótalos, que forma parte de un extenso proyecto del artista argentino Ramiro Chaves, relacionado a la fenomenología del uso de la X en la arquitectura, el lenguaje y la simbología mexicanas, desde las culturas prehispánicas hasta las contemporáneas.
Su investigación comenzó hace cinco años y se ha manifestado a través de libros de artista, dibujos, instalaciones, fotografías, vídeos, proyectos web y poesía, en los que siempre persigue la recurrencia del símbolo y subraya su persistencia.
En esta ocasión, Chaves se extiende al mural, continuando su insistente reflexión.
El título que da nombre al Proyecto Fachada proviene directamente de la repetición del término “crótalos” en los textos del escritor, músico y antropólogo yucateco José Díaz Bolio, quien estudió las relaciones entre los aspectos físicos de la serpiente cascabel (Crotalus simus) y sus representaciones en las culturas indígenas.
En su libro La geometría de los mayas y el arte crotálico, Díaz Bolio presenta su tesis sobre las reglas de proporciones mayas, donde muestra el canamayte (imagen geométrica formada de una X y un diamante) como silueta base del diseño maya.
Además de las propuestas estéticas de Díaz Bolio, el artista incluye en este mural, las aportaciones e ideas de otras dos figuras que han contribuido al pensamiento nacional, como Manuel Amábilis y Adolfo Best Maugard.
La fachada de Chaves combina elementos visuales creados por estas tres personalidades, quienes incursionaron en la práctica pública en algún momento de sus trayectorias intelectuales. Para esto, emplea materiales como el mosaico veneciano y la pintura en aerosol, ambos medios pueden verse como alternativas actuales de la expresión pública contemporánea.
Chaves genera en este proyecto, curado por Michele Fiedler, un diálogo con la historia nacional de la obra pública a través de los tiempos.