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Musica 2016-05-31 15:12

La Orquesta Filarmónica 5 de Mayo interpretará la Sinfonía núm. 1

La Orquesta Filarmónica 5 de Mayo interpretará la Sinfonía núm. 1, Titán de Mahler y Me gustas cuando callas de Galindo





o Bajo la batuta de su titular, Fernando Lozano



o El jueves 2 de junio a las 19:00 en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música; entrada libre



o En el marco del ciclo Orquestas amigas, organizado como parte de los festejos por el 150º aniversario del CNM





La Sinfonía núm. 1, Titán de Gustav Mahler y Me gustas cuando callas de Blas Galindo serán interpretadas por la Orquesta Filarmónica 5 de Mayo, bajo la batuta de Fernando Lozano, el jueves 2 de junio a las 19:00 en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música (CNM), en el marco del ciclo Orquestas amigas. La entrada será gratuita.



Lozano, quien estudió en el CNM, señaló que la agrupación poblana que dirige decidió unirse a los festejos por los 150 años de la creación de este pilar del desarrollo musical en México.



La mejor manera de conmemorarlo es con la interpretación de la Sinfonía núm. 1 de Mahler, “una obra que desde el año pasado hemos tocado con mucho éxito en todos los lugares donde nos hemos presentado”, dijo hace unos días en conferencia de prensa.



El director orquestal aseveró que la obra de Mahler es una de las sinfonías más queridas por los melómanos y se ha convertido en una de las obras que representa el nivel de calidad de la Orquesta Filarmónica 5 de Mayo. “Compartiremos un buen rato de buena música”, afirmó.



Por otra parte, Blas Galindo siempre ha sido admirado por Lozano: “Recuerdo que él estaba detrás del escritorio como director del Conservatorio, y fue él quien me inscribió a esta escuela. Más tarde tomé clases de contrapunto con él. He tocado muchas obras suyas. Incluso grabé un disco con algunas de sus composiciones. Para mí, Blas Galindo es uno de los célebres músicos que ha aportado México al mundo”.



Para el maestro Lozano representa un verdadero placer regresar a tocar al CNM, “donde pasé algunos de mis mejores años como estudiante. Después me tocó trabajar como coordinador de conciertos y más tarde di clases durante tres años. Fueron años enriquecedores.



“Lo importante de todo es que uno nunca deja de pertenecer al Conservatorio: una vez que uno pasa por aquí, la mente sigue manteniéndose en la escuela con todo cariño y respeto hacia los maestros.



“Por ejemplo, a mí me tocó estudiar armonía con Carlos Jiménez Mabarak, contrapunto con Blas Galindo y análisis con Rodolfo Halffter; es decir, estudié con puras maravillas de nuestra música en uno de los lugares más emblemáticos de todo el país.



“A 150 años de su fundación, es necesario que el Conservatorio se fortalezca y crezca. Los exalumnos siempre estaremos pendientes de que ello suceda y participaremos en todo lo que sea necesario”, concluyó Lozano.

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