Últimos días de exhibición de la muestra

Tres arquetipos, tres naturalezas. La estética grecorromana

de Bernard de Montfaucon





o Permanecerá en el Museo Nacional de San Carlos hasta el domingo 29 de mayo



o Plantea las complejas relaciones que existen entre divinidad, humanidad y naturaleza





Con más de 13 mil visitantes hasta el momento, este domingo 29 de mayo concluirá el periodo de exhibición de la muestra Tres arquetipos, tres naturalezas. La estética grecorromana de Bernard de Montfaucon, que se presenta en la Sala Manuel Tolsá del Museo Nacional de San Carlos.



Bajo la curaduría del artista Marco Arce, dicha exposición aborda las relaciones existentes entre divinidad, humanidad y naturaleza, por medio de Perséfone, Vesta y Leda, personajes mitológicos que ayudarán al público a comprender como se enlaza el mundo de los dioses y de los humanos en la cosmovisión grecorromana.



Este proyecto se basa en las imágenes extraídas de L’Antiquité expliquée et représentée en figures, una enciclopedia de 15 tomos del monje benedictino Bernard de Montfaucon, que contiene una serie de grabados que dan cuenta de ese complejo entramado de relaciones.



A través de las obras expuestas se conocerá el mito de Perséfone, hija de Zeus y Deméter, quien es raptada por Hades, dios del inframundo, para luego desposarla. Después de una intensa búsqueda por todos los rincones del mundo, la “diosa madre” enfurece al no encontrar a su amada hija y en venganza convierte en desierto todos los campos de la tierra.



Zeus contempla su desesperación y ordena a Hades que regrese a Perséfone, quien al comer algunas semillas de granada, fruta que simboliza la fidelidad en el matrimonio, está condenada a pasar seis meses de cada año con su esposo en el inframundo. Es así que ella encarna la temporalidad cambiante y cíclica de la naturaleza.



Respecto a Vesta, puede decirse que es una de las más importantes divinidades romanas, al personificar a la Tierra y al fuego doméstico y ceremonial. Es la protectora de los sembradíos, y aunque virgen, es el símbolo de un idealizado amor maternal. En ella se entiende la pureza y la divinidad.



Como parte de la museografía de Tres arquetipos, tres naturalezas, se recreó el templo de Vesta, que se caracteriza por su forma circular, y que representa al mundo.



Durante el siglo XIX, las mujeres aristócratas tenían el gusto de que se les pintara vestidas como vestales, de ello da cuenta la obra La princesa romana en traje de vestal (1844) de Juan Cordero, que se podrá apreciar dentro de la muestra.



Por otro lado, el mito de Leda es uno de los relatos más sensuales de la mitología griega. Comienza cuando, al pasear por el río Eurotas, percibe un cisne blanco que intenta desesperadamente huir de un águila. El cisne, en realidad Zeus, deslumbrado por su belleza, se posa sobre ella y la fecunda. Leda es la comunicación entre la cultura y la naturaleza, y explica a la vez las pasiones y debilidades humanas.



Los tres personajes femeninos acercan a los visitantes al complejo sistema de signos y elementos que la cultura grecorromana utilizó con la finalidad de explicar el mundo que nos rodea.