Analizan la historia de las comedias románticas en la Cineteca Nacional
La charla de Carlos Andrés Mendiola Hernández giró en torno a las películas de mayor consumo en México, como A la mala o ¿Qué culpa tiene el niño?
La comedia romántica puede servir como un vínculo, o un medio, para unir dos aspectos que socialmente parecerían estar diferenciados, afirmó Carlos Andrés Mendiola Hernández durante la charla “La comedia romántica a la mexicana”, que se llevó a cabo este 17 de mayo en la Sala 4, Arcady Boytler.
Organizada por el Centro de Documentación de la Cineteca Nacional y la Asociación de Análisis y Teoría Cinematográfica (SEPANCINE), la conferencia del doctor en Creación y Teorías de la Cultura exploró la evolución en México del género al que considera “el gusto culposo de la mayoría”, aludiendo a sus convenciones y exponentes más notables.
El investigador, además de señalar los movimientos que caracterizan la estructura narrativa de la comedia romántica (desde el primer encuentro de la pareja protagónica hasta su feliz resolución en matrimonio), clasificó las propuestas mexicanas en cuatro tipos: el screwball, la sexicomedia, la comedia romántica radical y la neo-tradicional.
Ejemplificada por Escuela de vagabundos (Rogelio A. González, 1955), la comedia screwball en México incluyó personajes cuya normalidad (su estatus social o su situación económica) se invierte o subvierte para propiciar un contraste con su pareja, que estaría situada en el otro lado del espectro. En este sentido, se ocupó principalmente de ilustrar la gran brecha socioeconómica en el país.
Luego de la conclusión de la Época de Oro durante la década de los sesenta, surgió la popularidad de las sexicomedias. Este subgénero repitió la estructura de la mayoría de las comedias del screwball, pero le agregó acidez y un uso predominante del doble sentido en sus diálogos, dando una impresión transgresora y apegada a la revolución sexual de la época. Sin embargo, el director académico del ITESM considera que el género nunca se separó de la cerrada moralidad mexicana en cuestiones referentes al matrimonio o la familia.
El subgénero que el ponente sí consideró transgresor, por su contenido reflexivo e inusual, fue la comedia romántica radical. Representado por Annie Hall (Woody Allen, 1977) en Estados Unidos y por Sólo con tu pareja (Alfonso Cuarón, 1991) en nuestro país, este tipo de películas promovía cuestionamientos sobre la naturaleza del sexo y del amor y presentaba enamorados que no necesariamente eran ideales o que no formarían una pareja que durara para siempre.
Por último, el conferencista reconoció un resurgimiento de las representaciones de la comedia romántica clásica en lo que él llama comedia romántica neo-tradicional. Títulos como No eres tú, soy yo (Alejandro Springall, 2010), Me late chocolate (Joaquín Bissner, 2013) y Cásese quien pueda (Marco Polo Constandse, 2014), apelan a la nostalgia del romance cinematográfico más convencional y se reincorporan a una tradición alejada de la autorreflexión y la proposición de nuevos modelos sociales.
Las Charlas de cinefilia del Centro de Documentación continuarán el martes 24 de mayo con la conferencia de Carlos García Benítez: “Cruce de miradas: la configuración de imágenes nacionales, del pincel al cine clásico mexicano”, que tendrá lugar en la Sala 4 a las 18:00 horas.
RGY