Paleontología para todo público
Abre exhibición permanente sobre la Era de Hielo
en Querétaro
· Dos defensas de un mamut, de poco más de dos metros de largo, son las piezas principales de
la nueva sala paleontológica de la Casa de la Cultura de Amealco de Bonfil
· El espacio de exhibición presenta información sobre la vida de finales del periodo Pleistoceno
en el territorio que ahora ocupa este municipio queretano
Un par de defensas de más de dos metros de longitud, pertenecientes al mamut colombino que habitó
hace por lo menos 10,000 años en los pastizales del actual municipio de Amealco, en Querétaro,
serán expuestas de manera permanente a partir del 5 de mayo en la Casa de la Cultura de dicha
población, ubicada a 20 minutos de San Juan del Río.
La exhibición es resultado de un proyecto de investigación paleontológica, que a partir de
2008 ha crecido en el sur del estado ante el interés de las comunidades de la región por este tipo de
patrimonio.
El antropólogo físico Israel Lara Barajas, investigador del Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH) en Querétaro, fue el responsable de atender el aviso presentado por el señor
Servando Miranda, de la comunidad de La Piedad, cuando halló huesos de gran tamaño en la
propiedad de la señora Mónica Correa, en abril de 2008.
El rescate arqueológico se hizo bajo la asesoría de Joaquín Arroyo, paleontólogo del INAH.
Los trabajos confirmaron que se trataba de dos defensas y fragmentos de costilla de un mamut de la
especie columbi. Tras la restauración y los tratamientos de conservación, las defensas se exhibieron
en Amealco durante cuatro años, hasta que se trasladaron al Museo Regional de Querétaro, donde
formaron parte de la muestra Ancestros de piedra. El patrimonio paleontológico de México.
Ahora regresan al municipio en el que se descubrieron y serán exhibidas de manera
permanente dentro de una sala especial, titulada La cápsula del tiempo. Hallazgos paleontológicos
en Amealco. Las defensas se conservan completas en 80 por ciento, y debido a su forma y tamaño los
investigadores han determinado que correspondieron a un macho adulto.
En una de las paredes de la Casa de la Cultura de Amealco de Bonfil, y con la ayuda de dos
artistas de la comunidad, se plasmó el esqueleto de un mamut en escala real. La intención
museográfica es que el público se coloque junto a la imagen y dimensione el tamaño que podían
tener estos animales: los machos alcanzaban hasta seis metros de altura.
El antropólogo explicó que este tipo de mamut se caracterizó por tener poco pelaje, similar al
que tiene el elefante actual, y una inclinación de 30 grados en su lomo debido a la estructura que
forman los huesos de la cintura escapular.
El lugar de exhibición es pequeño (cuatro por seis metros), pero contiene todo un universo de
información sobre la vida a finales del periodo Pleistoceno —en el cual se dieron las últimas
glaciaciones de la denominada Era de Hielo— en el territorio que ahora ocupa este municipio
queretano.
Por medio de las investigaciones hechas por el INAH y la UNAM, se sabe que este territorio
fue una zona de bosques templados y grandes pastizales de los que se alimentaba el mamut, con
planicies donde se acumulaba agua y sedimentos en los que los animales podían quedar atrapados
hasta fenecer, o se aglomeraban restos de animales muertos que eran arrastrados por la corriente. Las
características minerales de los sedimentos que cubrían esos restos favorecieron su preservación.
Un gran mapa de los hallazgos paleontológicos que han tenido lugar en Querétaro, permite
apreciar con facilidad que Amealco es el municipio con más registros de fósiles del Pleistoceno.
Israel Lara informó que han sido, por lo menos, 12 lugares en lo que se han registrado restos
paleontológicos.
Otros municipios donde se han descubierto vestigios fósiles son Huimilpan y Corregidora,
con fauna del mismo periodo; así como Cadereyta de Montes y Landa de Matamoros donde además
se han ubicado yacimientos paleontológicos de fósiles marinos de más de 80 millones de años de
antigüedad.
El espacio museográfico también explica qué son los fósiles, cómo se forman y dónde se
encuentran, y describe las características biológicas de los animales que habitaron la región antes de
que el tiempo los petrificara. Asimismo, aborda otro tipo de fauna que pudo haber convivido con el
mamut: el caballo, el camello y el oso prehistóricos, así como el gliptodonte y el tigre dientes de
Israel Lara dijo que en las comunidades indígenas de Amealco es común escuchar mitos en
torno a los restos de mamut, donde la gente que trabaja en el campo los halla durante sus jornadas
agrícolas. Las historias hablan de un mundo antiguo habitado por gigantes que a veces se caían y sus
huesos se cuarteaban. Luego la tierra se volteó quedando éstos enterrados. Por lo anterior, se decidió
usar la frase “Tierra de gigantes”, en alusión a cómo los habitantes se refieren al tema.
Aunque estas piezas estuvieron en exhibición desde 2009, Amealco es sólo el preámbulo de
la historia del proyecto que da sustento a la nueva exhibición, porque su origen está en el municipio
vecino de Huimilpan. La arqueóloga Fiorella Fenoglio, investigadora del INAH en Querétaro,
recordó que en dicha localidad, en 2012, se descubrieron dos defensas y un fragmento de la pelvis de
un mamut.
En esa ocasión, la población estaba intrigada por saber si se trataba de huesos de mamut o de
vaca. La expectativa que causó la difusión del hallazgo a través de medios de comunicación,
permitió desarrollar un proyecto que llevó de la mano a la gente de la comunidad en todo el proceso
de rescate y conservación de los restos.
Los pobladores de Huimilpan presenciaron la excavación y tuvieron acceso a los laboratorios
donde se restauraron los huesos. En esta labor estuvieron involucrados trabajadores y especialistas de
los centros INAH de Querétaro y Coahuila, y del Museo Regional de Querétaro. Entre las
actividades que se han realizado sobresalen diez conferencias, una exposición de carteles y la
exhibición Ancestros de piedra, hasta el momento la más visitada en la historia del recinto queretano.
La muestra obtuvo el Premio INAH “Miguel Covarrubias” en 2015 y consolidó un proyecto
que este 5 de mayo abre un nuevo lugar para la difusión del patrimonio paleontológico. Estrategia
efectiva para vincular a la sociedad con la titánica tarea de la conservación.
Para la inauguración del sitio en la Casa de la Cultura de Amealco de Bonfil, se planeó una
“Jornada Paleontológica”, con la participación de Felisa Aguilar, investigadora del Centro INAH
Coahuila, quien ofrecerá una conferencia. Asimismo, el equipo de Comunicación Educativa del
Museo Regional de Querétaro impartirá tres talleres dirigidos al público infantil.