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Exposición 2015-04-16 15:52

En el marco del Año Dual Mexico-Reino Unido

En el marco del Año Dual México-Reino Unido



Reúne el Munal a escritores fantásticos del siglo XIX



ï‚· El concepto de fantasma difiere mucho del concepto que se

tenía en la época victoriana, afirmó Gerardo Piña



En un viaje por la literatura fantástica del siglo XIX en la época

victoriana, Gerardo Piña Meneses desempolvó el concepto de

fantasmas para recordar algunas anécdotas y pasajes de las novelas

de escritores como Robert Louis Stevenson (1850-1894), Henry

James (1843-1916), H.G. Wells (1866-1946) y Arthur Conan Doyle

(1859-1930), quienes alimentaron sus obras con supersticiones,

objetos encantados y lugares mágicos.



En el Auditorio Adolfo Best Maugard del Museo Nacional de Arte,

el también especialista en lengua y literatura hispánicas al abordar el

tema Verdaderos fantasmas: literatura fantástica británica del siglo

XIX, afirmó que el concepto de fantasma que tenemos actualmente

difiere mucho del concepto que se tenía en la época victoriana; “en

ese tiempo no se dudaba la existencia de fantasmas, se dudaba de

que alguien estuviera diciendo la verdad cuando afirmaba que había

visto uno, eso era diferente”.



Durante el conversatorio, realizado en el marco del Año Dual

México-Reino Unido, el doctor en literatura inglesa del siglo XIX por la

Universidad de East Anglia señaló que los textos se vinculan con la

época en la que fueron realizados para demostrar que no eran

discursos provenientes exclusivamente de la imaginación, sino que

estaban vinculados a fenómenos sociales muy concretos.



Ante un auditorio interesado en el tema, el también escritor y

traductor afirmó que ese tipo de historias vienen de Reino Unido en

general, y de Inglaterra en particular, “pero vienen de ahí porque elvehículo directo fue una serie de supersticiones y creencias que

pasaron a la literatura y de ahí a otras literaturas. La literatura

fantástica de Jorge Luis Borges, de Julio Cortázar, de Carlos Fuentes

en sus primeras obras, no se pueden entender sin la literatura

fantástica inglesa específicamente”.

Incluso precisó que “alguno diría cuál es la importancia de definir

si es fantástica o qué es literatura fantástica”, a lo que agregó que

tiene mucho que ver con nosotros y no es tan banal, por lo que citó el

título clásico latinoamericano de Cien años de soledad de Gabriel

García Márquez, novela que está plasmada de fantasía, donde hay

hechos sobrenaturales altamente poéticos con una plástica increíble.

Todo ese tipo de cosas están contenidas en un espacio mágico,

de fantasía. La literatura fantástica no hace eso, por lo que ejemplificó

con El reino de este mundo, de Alejo Carpentier, señalando que es

una corriente de lo real maravilloso que presenta un espacio donde

están cohabitando personas que creen y quienes no creen en lo

sobrenatural y en medio está el lector, quien debe definir qué es lo que

ocurre, “tenemos dos visiones de la realidad en un espacio

aparentemente realista”, dijo.

En charla amena, el colaborador de publicaciones como Voices

of Mexico, Literal Magazine y Laberinto, resaltó que la literatura

fantástica describe cómo en un hecho cotidiano “en lo más ramplón de

nuestra existencia, lo más burdo y aburrido, en toda esa vida ocurre

algo increíble, algo absolutamente inesperado, pero que sin ser

sobrenatural parece algo natural, cuando ocurre algo así hablamos de

literatura fantástica”, por lo que reseñó El zahir de Jorge Luis Borges.

El autor de La erosión de la tinta y otros relatos refirió que la

época victoriana quedó allá en el pasado, pero eso fue alguna vez el

presente, “los victorianos nunca pensaron en el futuro, pensaban en el

presente y tomaban cosas del pasado. El pasado inmediato de la

literatura fantástica es la literatura gótica, la cual no es la que mucha

gente cree, es más antigua de lo que pensamos, sí es la de los

castillos, la de los fantasmas con cadenas, la de los pasadizos dondesacas un libro y te lleva a otro lugar, esas novelas vienen de una

tradición medieval”.



Por último, comentó que la literatura fantástica escribe cosas que

nadie quiere decir abiertamente por la censura, pero que muchos

quieren escuchar, que muchos quieren debatir de otra manera.

“Cuando ustedes toman en cuenta ese presente y lo comparan con lo

que vivimos ahora, uno es la realidad que vivimos y la otra es la falta

de creatividad y compromiso de la gran mayoría de escritores que

tenemos”, puntualizó el profesor de literatura y creación literaria.



MVG

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