Ciclo Conversando con nuestros cineastas
En la Cineteca Nacional, Marcela Fernández Violante recordó
sus inicios como realizadora
Todos los jueves de abril, la directora comentará algunas de las obras más representativas de su filmografía
Fue en el Auditorio Justo Sierra en donde aprendimos a ver en la pantalla: a ya no ser el espectador pasivo que va a ver emotivamente de qué se trata el relato, sino que ya nos empezamos a fijar en el corte y en el cuadro, y yo debo de decir que el que más me impresionó fue Kurosawa, comentó Marcela Fernández Violante durante su primera conferencia de “Conversando con nuestros cineastas”, que se llevó a cabo este 4 de febrero en la Sala 4, Arcady Boytler.
Organizada por el Departamento de Extensión Académica y moderada por Juan Antonio de la Riva, la serie de charlas con la realizadora mexiqueña se llevará a cabo todos los jueves de este mes. En la primera sesión, Fernández Violante recordó su experiencia como estudiante de la primera generación del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) y como directora primeriza en el rodaje de De todos modos Juan te llamas (1974).
La cineasta comentó que las clases impartidas por Gabriel García Márquez, Salvador Elizondo, Paul Leduc y José Revueltas, así como el estudio de las filmografías de Akira Kurosawa, Ingmar Bergman y Luchino Visconti, la inspiraron para cambiar sus aspiraciones de escritora por la vocación de cineasta.
Estas influencias se reflejaron en su ópera prima. La película, que fue proyectada antes de la conferencia, relata la historia del general Guajardo y su familia en plena Guerra Cristera. A manera de tragedia, la pequeña hija de Guajardo (interpretada por Rocío Brambila) se da cuenta de los horrores de la guerra y el complot político en el que está involucrado su padre y el ejército mexicano.
“Yo soy una enamorada de la historia de México y me aprecio de conocerla muy bien. Mi padre era abogado y también tuvo un nexo muy fuerte con muchos militares de su época. Acabó siendo Procurador de Justicia Militar en la Defensa Nacional”, comentó al respecto de su inspiración para la obra. “Y entonces mi casa se empezó a llenar de militares”.
El equipo de producción del filme tuvo que enfrentarse con las dificultades propias de la realización de una ópera prima independiente. De acuerdo con la directora, fue difícil lidiar con las restricciones monetarias que terminaron por afectar y reducir el guion; así como convencer a Jorge Russek, experimentado actor acostumbrado a la rigidez de Sam Peckinpah, de sus habilidades detrás de la cámara.
A pesar de los problemas antes mencionados, la también profesora del CUEC comentó que su primera película logró una exhibición inusitada para un argumento tan crítico de las malas prácticas del ejército y el gobierno de la época. Contrastó su situación con la de Julio Bracho y La sombra del caudillo (1960), que fue duramente censurada por tratar temas similares.
Conversando con nuestros cineastas continuará con su ciclo dedicado a Marcela Fernández Violante hasta el 28 de abril. El 14 de abril se proyectará Cananea (1978); el 21 de abril, Misterio (1980), y durante la última sesión, Golpe de suerte (1992).
RGY