Donan al Citru otra parte del acervo personal del director Ludwik Margules
o Durante el acto inaugural del ciclo Ludwik Margules en el teatro contemporáneo mexicano. 1933-2006, que conmemora la vida y obra del polaco a 10 años de su fallecimiento
o Las actividades de dicho evento continuarán hasta el día de hoy
Otra parte del acervo personal del director escénico Ludwik Margules, integrado por fotografías, programas de mano, bitácoras, cárteles y otros documentos, fue donado recientemente al Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (Citru).
Lo anterior lo dio a conocer Arturo Díaz, director de dicho centro de investigación del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), durante el acto inaugural del ciclo Ludwik Margules en el teatro contemporáneo mexicano. 1933-2006, que conmemora la vida y obra del polaco a 10 años de su fallecimiento, en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.
Acompañado de Juan Meliá, coordinador nacional de Teatro del INBA, Díaz agradeció la donación hecha por las hijas del también traductor, Lydia y Ana Margules, quienes confiaron en el Citru para que el acervo estuviera al alcance de las nuevas generaciones de teatreros.
Agregó que ese archivo “no ha descansado desde que llego al CITRU”, ya que inmediatamente se puso a disposición de todo el público, y se ha presentado en exposiciones en todo el país. Tal es el caso de Ludwik Margules. Procesos de creación, montada en el lobby del Teatro Julio Castillo.
De acuerdo con el director del Citru, cada documento del acervo del además ensayista teatral, fallecido el 7 de marzo de 2006, es un obra artística en sí y muestran su vida como diseñador de espacios y escenas contemporáneas, que quedarán plasmadas permanentemente, a pesar de lo efímero del ser escénico.
Aseguró, que el creador polaco “llegó (a México) a mover las estructuras y a romper los acartonamientos de un teatro que estaba como anquilosándose”.
Juan Meliá, coordinador nacional de Teatro, dijo que el objetivo de la conmemoración a Ludwik Margules es recordar sus razones, creaciones y enseñanzas, así como reconocer su trascendencia.
Actualmente, afirmó, Margules le “hace una enorme falta” al teatro mexicano, por eso es preciso recordar, festejar, reflexionar y valorar su vida y quehacer escénico.
Lydia Margules, hija del afamado director de teatro y coordinadora general del evento, recordó que su padre poseía una personalidad avasalladora, por lo que estaba rodeado de anécdotas y mitos.
“Mi padre, un sobreviviente cuya energía vital, de niño huyendo de la guerra y luego de joven exiliado, se fue transformando en instinto creativo. Se tornó en fuente de creación a ultranza, una energía desbordante y desbordada que tarde o temprano lo llevaría de la más descarnada fragilidad y una vulnerabilidad furiosa que violentan su entorno por completo, para abrirse paso y dejar emerger al espíritu del gran poeta adolescente”, explicó.
Dijo que en la eclosión creadora de Margules no había límites sino explosiones cíclicas de infinita agudeza y complejidad cuya estructura cotidiana estaba siempre determinada por un sentido ético de la existencia. “Para Ludwik, cada escena era un asunto de vida o muerte, una batalla constructiva-destructiva de la que emergía la obra sobreviviente como el creador para tocar la inmensidad del género”, añadió.
Sobre la exposición Procesos de creación, que se exhibe en el lobby del Teatro Julio Castillo, señaló que fue curada con dos líneas que se entrecruzan. “Una es evidentemente cronológica, empezando con los años 60 para concluir en el 2004, y la otra establece un diálogo con los documentos expuestos”.
A 10 años de su partida física, cobra valor el pensamiento de Ludwik Margules: “En cada obra he aprendido el oficio de dirigir y de vivir; he aprendido a comunicarme con el actor y a desnudarlo de todo lo superficial; he aprendido a conocer al público. Cada puesta es una experiencia de autoconocimiento y de autoaprendizaje, y partir de ahí lo que más me interesa es llegar al conocer al hombre, su psicología y existencia. Teatro que no experimenta no existe”.
Las actividades del ciclo Ludwik Margules en el teatro contemporáneo mexicano. 1933-2006 continuarán en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque hasta hoy, 8 de marzo.
A las 17:00 se impartirá la mesa La puesta en escena en la era de la información: globalización y redes, presentada por Mauricio Jiménez, Lorena Maza, David Olguín y Sandra Félix, moderada por Rubén Ortiz.
Pensamiento plural es el nombre de la siguiente mesa, en la que participará Angelina Muñiz, Juan Tovar y Juan Villoro, moderada por Rodolfo Obregón, a las 19:00.
La conmemoración concluirá con una conferencia magistral/conversación impartida por el escenógrafo e iluminador teatral Alejandro Luna y la crítica de teatro, escritora y dramaturga, Luz Emilia Aguilar Zinser, a las 20:30.