V Coloquio de Teatro Mexicano Contemporáneo, en el Cenart
Reflexionan directores sobre el teatro en México
• Si bien el espectador tiene la libertad de elegir qué y cómo ver, al director le corresponde proponer: Richard Viqueira
Con la participación de los directores teatrales Richard Viqueira, Sixto Castro Santillán, David Gaytán y José Alberto Gallardo, inició el V Coloquio de Teatro Mexicano Contemporáneo, en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), con la mesa redonda Imagen dramática vs imagen posdramática.
Para iniciar la reflexión, el actor, dramaturgo y director de escena Richard Viqueira se preguntó de qué manera acontecimientos sociales, como el conflicto armado en Chiapas, modifica la ética y la estética de la escena en México, por lo cual indicó que en el evento se busca desentrañar qué postura estética, ética y política destaca del imaginario escénico de nuestros días.
Expuso que el teatro mexicano contemporáneo tendría que estar constituido de violentas imágenes que quebranten e hipnoticen la sensibilidad del espectador. “La noción de una nueva edificación teatral o la ausencia de ella permite un culto pagano. Urge romper al teatro como los niños rompen los juguetes, porque sólo así diseccionan, conocen, arman.
“Llegó la hora de una nueva iconoclastia, llegó la hora de devolver el posdrama al menos en México, quizá llegó el momento de ser iconoclasta con los iconoclastas al grado de parecer un retrograda, pero también un futurista”, indicó.
En su opinión, en la escena mexicana se está detectando la realización de puestas que parecen copias de otras. “¿Por qué vemos en la escena la repetición de los mismos objetos, las mismas posturas, los mismos colores?, ¿la novedad se volvió paradigma? ¿Cómo puede ser que el discurso que luchaba contra la hegemonía se volvió de pronto en el discurso hegemónico?”, fueron otras de las preguntas del director y dramaturgo de la obra Monster truck.
Ahondó que si bien el espectador tiene la libertad de elegir qué ver y cómo ver, al director teatral le corresponde proponer.
Al tomar la palabra el director y escritor Sixto Castro Santillán, mencionó que desde el surgimiento del teatro este ha sido un fenómeno político. “En mi opinión, el teatro dramático ahora posdramático comparte tres valores de configuración: el performance, la instalación escénica y artes vivas, que se traducen en tiempo, espacio y acción.
El Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2014, quien describió sus propuestas teatrales como no realistas y grotescas, señaló que el teatro puede prescindir de la situación dramática, pero no de la acción.
Por su parte, David Gaytán comentó que todos los directores presentan una tendencia a lo dramático y posdramático “dos universos encontrados. Al parecer son rivales aparentemente irreconciliables y esto es lo que empuja a los artistas a una búsqueda desenfrenada y natural por hacerse de una identidad artística, de una poética personal, de un curso plástico especifico, lo que lleva a la sensación de que hay que elegir un bando y si pensamos en otros universos, hay otro elementos de zona compartida”.
Explicó que el teatro posdramático ha podido demostrar en suficientes ocasiones que lo dramático no es igual a lo anecdótico y ninguna de estas dos es igual al teatro. “De manera generalizada hemos expandido nuestra idea de una experiencia escénica que a la de un fenómeno anecdótico”.
En sus propuestas teatrales, dijo, se busca que el espectador piense cosas que nunca había pensado. “Queremos que llegué a conclusiones que una construcción aristotélica no puede llegar, con asuntos estimulantes, el puente que me parece más frágil en la práctica nacional es la construcción escénica”, apuntó.
En opinión de David Gaytán, el teatro debe ser una experiencia estimulante para el espectador, “Creo que si una pieza escénica de cualquier perfil no resulta estimulante para el espectador, difícilmente estará cumpliendo su objetivo”.
Sobre la imagen posdramática destacó que ésta tiende a rechazar todo tipo de encuadres, mismos que le parece fundamental hacer y que es indispensable la aspiración a la lectura.
Agregó que al pensar el teatro no importa si es dramático o posdramático, pues con una obra teatral el espectador debe relacionarse sensorialmente con lo que está pasando en el escenario.
“Como espectadores especializados la experiencia es fundamentalmente opuesta cuando hay la sensación de descifrar algo, uno como director debe aspirar a la memoria en el espectador, de lo contario la apuesta es corta, pues si bien el teatro es perenne, se debe apostar por ser recordado”.
Finalmente, el joven director diferenció la imagen posdramática y dramática, la primera, dijo, carece de certezas, coquetea con el futuro, y es más amigo de la muerte; la segunda se relaciona al pasado y a una especie de nostalgia.
El V Coloquio de Teatro Mexicano Contemporáneo, organizado como parte del Programa de Extensión Académica del Cenart, está concebido como un foro de reflexión e intercambio de ideas sobre los distintos campos del quehacer escénico, desde la óptica plural de sus protagonistas.
El coloquio concluirá con la mesa redonda Hibridación y política en la escena mexicana, con los comentarios de Miroslava Salcido, Rubén Ortiz, Ángel Hernández y Guillermo Navarro; se realizará el viernes 9 de octubre, a las 19:00 horas, en el Aula Magna José Vasconcelos del Cenart, ubicado en Río Churubusco 79, esquina Calzada de Tlalpan. Entrada libre, cupo limitado.
DAF