img
Libros 2015-10-02 15:15

Acompañaron a Leonor Lascuráin de Parra tanto familiares como amigos

Acompañaron a Leonor Lascuráin de Parra tanto familiares como

amigos

Presentan en Bellas Artes el libro Manuel Parra, el otro arquitecto

del siglo XX

ï‚· Mientras modernistas y funcionalistas destruían lo antiguo,

él lo reunía para dar forma a una arquitectura collage,

afirman

ï‚· El ejemplar es uno de esos libros de arte que tienen cuerpo

y alma, afirmó Chac, diseñador editorial



Considerado como un arquitecto de culto, Manuel Parra (1911-1997)

construyó exclusivamente casas, recintos para ser vividos, los cuales

se caracterizan por la magia de su espacio, el manejo de la luz y

sombras, el respeto por la naturaleza, su sabiduría para mirar y

escuchar la tipografía del terreno, la recuperación de materiales y

sistemas constructivos de antaño, fueron los principales atributos de

su obra que reflejan la arquitectura mexicana contemporánea.

Cientos de casas únicas forman su obra, entre otras las de la

familia Prieto y la de El Indio Fernández. A él se debe la fisonomía del

Bazar del Sábado en San Ángel. Restauró San Ángel Inn y construyó

las casas alrededor de él; además de restaurar haciendas en Morelos,

residencias en Coyoacán, San Jerónimo, Chimalistac, Las Lomas,

Pedregal, incluso en Guanajuato, en León y en San Miguel de Allende;

en Acapulco y en el sur de Estados Unidos.

Manuel Parra nunca quiso que se le hicieran homenajes en vida,

por lo que Leonor Lascuráin de Parra, esposa del arquitecto, comentó

jocosamente, que si Manuel estuviera vivo “no me volvería a dirigir la mirada ni la palabra”, ya que el volumen que ese día se presentó sería

una traición a sus principios fundamentales, pues no le gustaba

promocionarse, ni buscó premios, honores ni fue miembro de

asociaciones.

Así lo declaró en la presentación del libro Manuel Parra, el otro

arquitecto del siglo XX, realizada en la Sala Manuel M. Ponce del

Palacio de Bellas Artes, el miércoles 30 de septiembre, en donde

estuvo acompañada por Dolores Martínez, Francisco Arroyo Vieyra,

Chac, José Luis Cortés y Jorge F. Hernández.

Durante la charla, José Luis Cortés Delgado, presidente del

Consejo Directivo del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México,

refirió que una de las peculiaridades de la arquitectura de Manuel

Parra fue haber rescatado todos aquellos pedazos y piezas de

demoliciones que realizaban en el centro de la ciudad para reutilizarlas

en las construcciones que en buena parte se encuentran en San

Ángel.

Mientras arquitectos modernistas y funcionalistas destruían todo

lo que consideraban antiguo en la ciudad, él lo reunía para dar forma a

una arquitectura collage en zonas enteras de la Ciudad de México.

Por su parte, Chac, artesano de libros de arte y creador de

objetos impresos, fue el encargado del diseño editorial del libro de

Manuel Parra. Manifestó que el ejemplar es uno de esos libros de arte

que tienen cuerpo y alma, “son objetos que transmiten sueños y

emociones logrados, el de Parra es uno de ellos”, subrayó el también

diseñador, escenógrafo y poeta.

Para Cortés Delgado, Manuel Parra tenía el arte de elegir a sus

clientes, pues se dice que detrás de toda buena obra de arquitectura

hay siempre un buen cliente y él lo llevaba a cabo, además de

ajustarse a las condiciones económicas de la gente, por ello construyó

casas para sus trabajadores. Se ganó el respeto y cariño de sus

colaboradores con el ejemplo del trabajo, logrando con ello una

calidad notable en sus construcciones.

Puntualizó que la mejor herencia que dejó el arquitecto del siglo

XX es gracias a la calidad del espacio que brindó a través de su obra

arquitectónica: “Estoy seguro que si los que habitan casas de Parra

pudieran valorar el índice de felicidad, podrían decir que su calidad de

vida ha sido muy alta, y tal vez no saben por qué, y es gracias a la

calidad del espacio que nos brindó Manuel”, aseveró José Luis Cortés.

Leonor Lascuráin de Parra compartió con los asistentes diversas

anécdotas que vivió al lado de Manuel Parra durante su carrera como

arquitecto, por lo que aseguró que a pesar de la falta de visión de su

esposo en uno de sus ojos, eso no fue impedimento para que tuviera

una amplia visión, ya que podía ver hasta las mentes.

GVG

Mas Articulos