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Musica 2015-09-28 17:38

Estrena la Orquesta Filarmonica piezas dedicadas a la existencia y desaparición de la vida



Estrena la Orquesta Filarmónica piezas dedicadas a la existencia y desaparición de la vida





Bajo la batuta de José Areán, este fin de semana la Filarmónica capitalina estrenó la obra El árbol de la vida, pieza de Hebert Vázquez, y Veinte petirrojos de cristal, de Mauricio Beltrán.



· Las obras fueron dedicadas a la importancia de la respiración, a la existencia de la vida y a la desaparición de la misma.





Con piezas dedicadas a la respiración, a la existencia de la vida y a la desaparición de la misma, que ofreció este fin de semana la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, cerró su cuarto concierto del Tercer Segmento de la Temporada 2015.

Con el propósito de brindar la oportunidad a los compositores mexicanos de estrenar sus obras, así como difundir la música mexicana contemporánea, la Orquesta Filarmónica debutó a nivel mundial las piezas El árbol de la vida, pieza de Hebert Vázquez, y Veinte petirrojos de cristal, de Mauricio Beltrán.

Bajo la batuta del maestro José Arean, el concierto que --dio cita en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yolinztli-- comenzó con la obra Breathing Music, de la compositora mexicana María Granillo, en la cual la autora centró su tesis doctoral de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, Canadá, inspirada en los conflictos musicales del aliento y la respiración, a través de la Yoga y metáforas de la vida.

Asimismo, la Filarmónica abrió las presentaciones estelares con la interpretación El árbol de la vida, de Hebert Vázquez, pieza para guitarra amplificada y orquesta -en un solo movimiento- la cual fue dedicada al guitarrista Pablo Garibay, quien ejecutó la parte solista de la obra, obteniendo una serie de aplausos por su fortuita participación al hacer llegar al público cada una de las notas, ritmos y sentimientos que la pieza reflejó con su música.

“Esta pieza es una metáfora de la existencia del hombre y la presencia del dios. Se puede interpretar como un árbol que tiene frutos buenos y malos que se mezclan con la realidad en que vivimos los humanos, como parte de estos frutos malos”, declaró Hebert Vázquez.

Para la segunda parte del recital, la Filarmónica ejecutó también el estreno mundial Veinte petirrojos de cristal, del compositor poblano Mauricio Beltrán, está inspirada en los hechos ocurridos el 14 de diciembre de 2012, en el poblado de Newtown, Connecticut, cuando un joven de 20 años irrumpió armado en la escuela primaria Sandy Hook y comenzó a disparar a los niños en sus salones de clase.

Como lo comento previamente al concierto Mauricio Beltrán, “esta pieza es un tributo a los 20 menores que fallecieron durante el atentado y es un privilegio que por primera vez la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, interprete una de mis obras.”

Durante la obra, el público también participó en su ejecución, ya que 100 campanas fueron distribuidas entre las butacas de la sala, que los asistentes tocaron cuando aparecieron --de pronto en la pared, parte superior central del escenario-- las fotografías de cada uno de los pequeños homenajeados.

Al final, los asistentes al encuentro musical rindieron sus aplausos al flautista Alejandro Escuer, a la oportunidad de colaborar en la obra de Beltrán y a los niños que murieron ante el atentado del 2012.

Cabe mencionar que en el mes de septiembre la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México tuvo cuatro estrenos mundiales que incluyeron a siete compositores nacionales. Esto ha generado que la orquesta colabore con la música actual que produce este país y siga considerándose una de las agrupaciones más importantes del país.

Más información sobre los conciertos y actividades de la OFCM, consulta el micrositio http://ofcm.cultura.df.gob.mx/

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