Con instrumentos de cuarzo y tibetanos
Resonaron en la Fonoteca Nacional cuencos y mantras en náhuatl
· El instrumentista Humberto Álvarez ofreció un concierto y explicó los beneficios para la mente, cuerpo y espíritu
Para el compositor, instrumentista y sonoterapeuta mexicano, Humberto Álvarez los armónicos (serie de sonidos que aparecen en la cola de resonancia de los instrumentos musicales y algunos elementos de la naturaleza) son útiles para el cuerpo, las emociones y el espíritu.
Con el propósito de promover y explicar los beneficios de la música, el también miembro de la Sound Healers Association y de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), ofreció un concierto con cuencos y mantras en náhuatl, la tarde de este sábado 12 de septiembre en la Fonoteca Nacional.
Humberto Álvarez explicó que cuando escuchamos alguna vibración sonora lo hacemos con todo el cuerpo y es debido a que las vibraciones del sonido cambian y modifican estructuras moleculares que pueden influir en estados de paz y armonía, y llevarnos a estados meditativos o de introspección.
A través de piezas musicales creadas con cuencos de cuarzo, cuencos tibetanos, tambores y mantras en náhuatl, el músico con 30 años de trayectoria invitó al público a disfrutar estos sonidos.
“Estos cuencos pueden tener resonancias tan largas y profundas llenas de armónicos que hacen su trabajo positivo en nuestro ser, cuerpo, mente y espíritu”, dijo.
La presentación se dividió en tres partes: la primera estuvo integrada por obras como Nepal, Armonía, Canto del alma y Fuerza, acompañadas de la proyección de mandalas (representaciones simbólicas espirituales y rituales del macrocosmos y el microcosmos).
El terapeuta invitó a los presentes a colocar su mano izquierda sobre el corazón, respirar y reflexionar sobre la sensación del cuerpo ante los estímulos sonoros.
En la segunda parte, los asistentes participaron con sus voces en la interpretación de mantras en náhuatl dedicadas al amor y a los “dioses vivos”: fuego, viento, tierra y agua.
Por último se llevó a cabo una meditación sónica hecha a partir de las voz y en la cual se inhala por las fosas nasales y se produce un tono gutural con el fin de conseguir la armonía del ser.
Y es que de acuerdo con el compositor, “una meditación o un momento de introspección es el encuentro con nuestro espíritu”.
Ante el lleno de la Sala Murray Schafer se colocaron sillas y una pantalla en el patio del recinto ubicado en Francisco Sosa 383 en Coyoacán.
Hasta el momento, Humberto Álvarez ha editado los discos: Malinalxochitl (Danza y canto lunar), Copil (Danza y música transpersonal) y Teonanakatl (Divina carne).
Con una formación académica, estudió la terapia de sonidos con cuencos tibetanos y de cuarzo en Esalen Institute, centro educativo alternativo en California, Estados Unidos, dedicado a la exploración del potencial humano a través de la mente.
Algunas de sus creaciones dedicadas a la espiritualidad y ritualidad lunar del México indígena han sido interpretadas por Eugenia León, Betsy Pecanins y Richard Villalón.
CGP