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Musica 2015-09-09 16:29

Presentan material discografico que reúne la obra del compositor Ricardo Castro

Sesión de escucha en la Fonoteca Nacional



Presentan material discográfico que reúne la obra del compositor Ricardo Castro



· José Miramontes y Rodolfo Ritter rescatan la producción del pianista y comparten su creación musical


José Miramontes y Rodolfo Ritter, acompañados por Theo Hernández, presentaron y enriquecieron con su conocimiento la sesión escucha del disco Ricardo Castro. Concierto para piano, poema sinfónico Oithona. Primeras grabaciones mundiales y Concierto para chelo, la cual se realizó el martes 8 de septiembre en la Sala Murray Schafer de la Fonoteca Nacional.



La velada también se convirtió en una clase magistral de la creación artística de Ricardo Castro (Durango, 28 de noviembre, 1907-Ciudad de México, 1907), quien heredó la gama musical y cultural que se generó durante el gobierno del entonces presidente Porfirio Díaz, convirtiéndose en el primer gran compositor y pianista mexicano reconocido a nivel internacional.



La grabación de este disco es un logro significativo de gran importancia histórica, pues reúne los primeros ejemplos de poema sinfónico, concierto para piano y concierto para violoncelo escritos en América Latina. De estos, Oithona, op. 55 y el Concierto para piano, op. 22, constituyen la primera grabación mundial digital y comercial.



Rodolfo Ritter mencionó que tanto en el concierto para violoncello como para piano, Ricardo Castro ya apuntaba hacia el modernismo: “Hay elementos de exotismo en su música, el primer tema que surge lo da el oboe, este tema suena a la música árabe, de alguna manera nos evoca a este universo lejano exótico y esta es una de las características de la música moderna, de compositores que en aquella época en Francia buscan armonías, las cuales no tenían que ver con Europa, sino con el Medio Oriente y Extremo Oriente”.



Por su parte, José Miramontes indicó que seguramente a Ricardo Castro le llegaron algunas obras de Francia con esa influencia de orientalismo, lo cual refleja en la música el interés exploratorio de nuevos lenguajes sonoros o por lo menos de encontrar nuevas impresiones sonoras.



Agregó que en la obra de Castro se distingue una zona rapsódica, porque el compositor se pasea sobre elementos temáticos o líneas musicales específicas que van variando sobre la base de la misma idea, es decir, sin que lo semántico de su material se modifique sustancialmente. “Por eso es que decimos que a partir de una percepción rapsódica de su material logra hacer una forma musical de tipo concierto”, afirmó el pianista y director de orquesta.



Al conocer la música de salón de piano, los estudios y todas las obras de Ricardo Castro, se reconoce que es una vena creativa muy personal, es un hombre dotado de una genialidad, porque definitivamente suena a él, a pesar que hay una influencia inevitable de los italianos y la escuela de órgano del norte de Alemania.



En el segundo movimiento presentado se apreció una parte impresionista que también da cuenta que el pianista se dirigía al modernismo. “Es un compositor poderoso indudablemente”, aseguró José Miramontes.



Como acotación anecdótica, Rodolfo Ritter compartió que en este movimiento justamente, al estar grabando la pieza, se rompieron las cuerdas del piano, debido a la gran bravura en la composición de Castro.



El impresionismo musical, Andante. Allegro appassionato, se vincula con el de la pintura, porque los contornos son más suaves, con el uso de ciertos intervalos y de ciertas escalas.



En este sentido, Theo Hernández subrayó que a partir de un lenguaje diferente se pueden entender otras cosas, “vemos un paso que se da en la historia de la música y Ricardo Castro lo empieza a dar en México, incluso antes de surgiera Claude Debussy (1862-1918)”.



Un aspecto importante en el compositor y pianista es que logró rozarse con la genialidad de grandes compositores, sin haber asistido a un conservatorio europeo, surge como un personaje de gran estatura, un artista que esgrime todas las posibilidades de manejo armónico tradicional, es decir, desde el manejo de la escuela vienesa hasta el cromático de la Armonía sin fin wagneriana y todo ello lo hace en México.



En el tercer movimiento: Polonaise: Allegro moderato se distingue el uso de ciertas escalas que remiten al encuentro y asimilación de nuevos elementos por parte del compositor. El carácter oriental, es quizá la razón para encontrarlo como leitmotiv en la música de la película Lawrence de Arabia (1962), por parte del compositor Maurice Jarre.



El Concierto para piano, de Ricardo Castro, constituye la primera gran pieza concertante para el instrumento que el compositor haya escrito y al que más tarde siguieron obras como el Concierto romántico, de Manuel M. Ponce (1882-1960), José Pomar (1880-1961), José F. Vásquez (1896-1961) y José Rolón (1876-1945) entre otros.



Este disco contiene el primer ejemplo del Concierto para violoncelo y orquesta, un concierto de enorme demanda para el solista, considerado el primer concierto para piano de América Latina.



Theo Ramírez resaltó la forma sonata de las composiciones de Ricardo Castro en las que se sabe qué va a pasar, pero no se sabe cómo va a pasar, y en ese cómo está justamente la maestría del compositor, al estilo de Frédéric Chopin (1810-1849). El impacto y trascendencia de Ricardo Castro en su tiempo fue tal que al momento de su muerte Porfirio Díaz declaró tres días de luto nacional.



La importancia de producir un disco que es patrimonio musical nos sirve como arma para valorar lo que tenemos y que seguimos sin darnos cuenta que contamos con ello en un contexto en el cual vivimos actualmente, refirió Rodolfo Ritter.



En México se dio una especie de ilustración tardía en la época del Porfiriato, en donde Ricardo Castro destacó como personaje ilustre e inteligente, con una capacidad analítica, informado e ilustrado, señaló José Miramontes. En este sentido, en opinión de Theo Ramírez, la educación e instituciones culturales que heredó Porfirio Díaz sirvieron como base para el surgimiento de grandes figuras, como Diego Rivera y otros muralistas educados durante el Porfiriato.



Ricardo Castro fue el primer compositor en América Latina que asimiló el contexto de la forma musical de una cultura que se encontraba del otro lado del océano, y la aplicó no con un lenguaje nacional, pero sí con un lenguaje particular. Como pianista, Castro admiró a Chopin y a Franz Liszt (1811-1886), pero al compositor se le oye un lenguaje universal, en Oithona se escucha al Castro nato, poema sinfónico dramático para gran orquesta en la cual el duranguense se basó en una leyenda medieval céltica de James McPherson.



La edición de la Antología de música mexicana para piano y sinfonía, del pianista y compositor mexicano Ricardo Castro, producida bajo el sello Sterling, es la primera grabación mundial digital comercial de tres composiciones maestras del llamado “ultimo músico romántico del Porfiriato”, a más de 100 años de haber sido creadas y estrenadas.



En la grabación del disco participaron Rodolfo Ritter al piano y Vladimir Sagaydo en el violoncelo, en compañía de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, la cual ya forma parte del acervo de la Fonoteca Nacional. El público que desee escuchar el disco in situ podrá asistir a la Audioteca Octavio Paz, de lunes a viernes, de 9:00 a 18:00 horas.



GVG

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